Lunes 23 de marzo de 2020

POR MATÍAS GIRAUDI Y ADRIÁN MALDONADO

Se cumplen 24 años del 24. ¿De qué 24? El 24 de marzo de 1996, el día que marcó un antes y un después para los dos equipos de Monterrey. Tigres necesitaba ganar sí o sí para mantener la categoría: estaba a cinco puntos del penúltimo en la tabla del descenso, con seis en juego. Rayados buscaba confirmar su lugar en la Liguilla y, de paso, darle el último empujón al rival de toda la vida. ¿Qué pasó? La historia es conocida y ONCE la recordó con los dos grandes protagonistas de ese domingo, Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador, quienes no sólo hablaron de sus goles, sino también del dolor de los amigos felinos.

Un Universitario espléndido, colmado como de costumbre, fue testigo de la catástrofe futbolística más importante para los auriazules, que determinó una renovación en el conjunto de San Nicolás y que, después de tantos años, lo llevó a convertirse en el equipo que es actualmente.La historia empezó feliz para el local, que ganaba 1-0 con gol de Arellano a los 18 minutos del primer tiempo. Pero en apenas dos minutos, a los 23’ y a los 25’, Verdirame y Salvador clavaron dos golazos y le dieron la vuelta al marcador, que terminó 2-1 en favor de Monterrey. Y que, a las 2 de la tarde del domingo 24 de marzo de 1996, determinó el descenso de Tigres a la segunda categoría del futbol de México.

Ambos hablaron con ONCE de lo que significó aquella tarde en la casa del rival de toda la vida, cuando se metieron por siempre en los corazones del aficionado de Rayados. “Fue un clásico diferente”, dijo Luis Miguel. “Cada año lo hacen más trascendente”, replicó el Pibe. La previa, el dolor de la gente de Tigres, el significado de esos goles. Todo en una charla imperdible.

¿Cómo fue aquel día y cómo se vivió en la previa del partido?

Verdirame: “El significado, hablo en lo personal, fue como un Clásico más, como cada uno de los que me tocó disputar, con la fortuna de haberlo ganado y no pensé las consecuencias, te voy a ser sincero. Me cayó la consecuencia del acto cuando terminó el partido, cuando ya los jugadores estaban desbastados, vi a muchos llorar, vi mucha tristeza, ahí me cayó el veinte, como se dice, de lo importante que era. A partir de ahí, cada año lo hacen más trascendente. A pesar de que ya pasaron muchísimos años, siempre la gente lo recuerda, vas tomando el valor y el significado que tuvo ese partido para la gente de Monterrey. Antes del partido, se hablaron de mil cosas, pero referente a lo que era el partido en sí, que nosotros necesitábamos ganar para tener la posibilidad de clasificar y nunca se habló del empujón que se le podía dar al otro equipo de la ciudad”.

Pasan los años y el recuerdo cada vez es más fuerte…

Salvador: "A lo mejor no del silbatazo final, sino días después te das cuenta de la repercusión que tuvo. Es una situación que se puntualiza más porque fue un Clásico diferente. Va a haber muchos Clásicos, pero un Clásico del descenso, que decide esa situación, va a ser muy difícil que se vuelva a presentar. Por cómo están los equipos y la calidad de los jugadores es más fácil que veamos muy seguidos partidos de Finales, de Liga o Concacaf o Copa, a que se vuelva a vivir un Clásico así donde haya esas circunstancias en juego que tenga los mismos ingredientes que tuvo este Clásico de 1996 y por lo mismo este queda como un Clásico diferente".

¿Fue de los Clásicos que más valor o sabor tuvo de los que jugaste?

Verdirame: “No. A lo largo del tiempo sí, pero en ese momento no, yo disfruté otros. Disfruté un 1-0 en cancha de Monterrey, que estábamos con 9 y faltando 3 minutos en un contragolpe me tocó hacer el gol y ganarlo 1-0. Hubo un 4-2 en el Universitario sensacional para nosotros, porque veníamos con muchas bajas y le ganamos de visitante a Tigres. Pero sí, en lo que se va dando a través del tiempo y de los años, fue, quizás, el partido que más recuerde la gente y que más trascendencia tuvo de todos los Clásicos que me tocó disputar, eso no tengo duda”.

Teniendo en cuenta eso, ¿no fue el gol más importante el que hiciste aquel día?

Verdirame: “Para mí, no. En los Clásicos, siempre digo lo mismo, es muy personal. Si hablo del recuerdo de la gente, claro que fue el más importante. Pero yo de disfrutar en una cancha de futbol no. Fue un lindo gol, de los mejores que hice, en Clásicos fue el mejor, no tengo dudas, pero disfruté mucho ese 1-0 que era terrible como nos estaba agobiando Tigres y nosotros en una descolgada mía, pase del Tato Noriega y error de Alejandro Hisis, tuve la fortuna de convertir, con el estadio lleno, como en cada Clásico. Pero te repito, si lo agarro en lo que ha trascendido, sí, es lógico que el que más dimensión tomó y el que más recuerda la gente, es ese partido”.

¿Cómo recuerdas el Uni ese día? ¿Un día que marcó tu carrera?

Salvador: "Era un Estadio Universitario lleno, muchísima gente de Tigres, mucha afición de Monterrey, nosotros llegamos con la idea de que ganar el partido para meternos a la Liguilla, porque si ganábamos asegurábamos el quinto lugar de la tabla general. Sabíamos que no iba a ser fácil por el rival que tienes, de visitante, empezamos perdiendo el partido 1-0 con gol de Omar Arellano, después se da el gran gol de Verdirame a pase de Raúl Aredes, después tuve la fortuna de hacer un gol, es el único gol que pude hacer en los Clásicos. Sólo me tocó vivir dos Clásicos, habíamos jugado uno en el Tec donde ganamos 2-1. La emoción de hacer un gol en un Clásico y lo que representaba para nosotros clasificar a la Liguilla, al final eran sentimientos encontrados porque por un lado estábamos muy contentos, pero por otro lado pues veías a los compañeros y amigos de Tigres, lo que estaban viviendo, que yo apenas ascendía a Primera División en el Atlante. Entendía perfectamente lo que estaban viviendo y sintiendo porque es un dolor inmenso, puedes perder una Final del futbol, pero, ¿cuántos equipos quisieran estar donde estabas? Te puedo apostar a que nadie quisiera estar en un partido donde se define que pierdes la categoría porque es un momento muy difícil, cambia prestigio y cambia todo. Por todo eso yo entendía lo que estaban pasando y dentro de nuestra alegría estaba nuestro apoyo, de darle un abrazo al compañero porque entendía lo que estaban viviendo".

Sergio, te toca ser uno de los afortunados que nunca perdió un Clásico. ¿Qué sientes al respecto?

Verdirame: “Sí. Oficialmente jugué 8 y gané 8. Oficiales llamo a los del campeonato, después amistosos jugué 3, gané 1 y empaté 2, así que sí, en 11 Clásicos nunca me tocó perder y lo disfruté muchísimo, por eso siempre digo que el respeto para mi está a la institución en eso, entregarme al cien desde la hora que pitaba el árbitro hasta la hora que terminaba el partido. Después lo otro queda muy para mí. Yo ese día sí sentí cuando terminó el partido a los jugadores de Tigres con mucha tristeza, y a muchos los vi llorar. Y a mí, particularmente, ya terminado el juego, no fue algo que disfruté al cien como disfruté otros Clásicos. Porque había amigos, porque había compañeros de profesión. Tuve la fortuna de nunca descender, en ningún equipo que jugué descendí, y sé, porque me lo han comentado, lo feo que se siente pelear un descenso y no poder lograr el objetivo”.

Que sí, que no. Que Rayados mandó al descenso a Tigres, que los felinos ya estaban descendidos igual, ganando el Clásico o no. Por años la discusión fue siempre la misma. Para los protagonistas, la idea es clara. “El día que se fueron fue ese, ahí queda”, comentó Verdirame. “Al acabar el juego al silbatazo, los comentaristas en tele dijeron: ‘Con este resultado se dio el descenso’”, expresó el ex presidente.

¿Realmente Rayados mandó al descenso a Tigres?

Verdirame: “El número está ahí. El día que se fueron fue ese. Ahí queda. Yo soy de los que me gusta respetar al rival, yo la falta de respeto las hacía dentro de la cancha. ¿A qué me refiero? Quería ganar, y gracias a Dios gané todos los Clásicos que disputé. Ahí es donde yo demostraba el cariño a la institución y a los colores de Rayados. Después, no soy de los que se engancha en la polémica barata, pero ahí está el número. El número es frío y no le voy a escapar. Ese día, Tigres se fue al descenso. En la tabla, el día que Tigres descendió fue domingo 24 de marzo a las 2 de la tarde, cuando terminó el partido. Ahí está el número, nadie está mintiendo, nadie está diciendo una cosa que no es”.

¿Por qué crees que haya tanta confusión entre un sector de aficionados? ¿Hasta qué punto recuerdas esa definición? ¿Dicen que si fue Morelia o Monterrey?

Salvador: "Es por cómo se vive el futbol aquí, por cómo se vive la pasión y cómo defienden a sus equipos. La realidad es que, al acabar el juego al silbatazo, los comentaristas en tele dijeron ‘con este resultado se dio el descenso’. Ese Clásico a Monterrey al ganarlo fue el toque final de una situación que venía acumulando de tiempo atrás, no fue solamente de ese partido. Coincidió en que se dio en un Clásico donde los Rayados peleábamos por clasificar a la Liguilla y los Tigres buscaban un resultado para mantener las posibilidades de salvarse, al no darse el resultado se perdieron todas esas posibilidades. Es más que nada cómo lo ve cada afición y creo que los que tienen la información son ustedes más que cualquier otra persona".

Define ese partido en una o dos palabras, con su fundamento.

Verdirame: “Partido inolvidable. Porque en ese momento uno no sabía todo lo que podía dimensionar a futuro. Fue inolvidable porque hoy en día, si hay un gol que me recuerdan, es ese; si hay un partido que me recuerdan, es ese. Gran parte del corazón de la gente de Monterrey que me pude haber ganado, aparte de otros logros o cosas que hice, ese día tiene mucho recuerdo y mucho valor. Lo que logramos en equipo, porque no lo gané yo y Luis Miguel solamente. Nosotros aportamos el número en la estadística”.

¿El gol en ese Clásico te ayudó con la idolatría que tiene hoy la gente? Más allá de todo lo que jugaste y ganaste.

Verdirame: “Si, lógico, la gente me recuerda con mucho cariño y recuerda ese gol, y te vuelvo a repetir, sí fue de los más vistosos que hice en mi carrera, pero de los goles que disfruté pongo otros antes que ese. Pero hablo del momento, quizás con los años el gol más recordado va a ser ese y claro que sirve ese gol y ese partido para meterme en el corazón de la gente. Pero no creo que nada más por eso, sea que la gente me aprecia y me quiere, creo que hice más cosas positivas que negativas. Entiendo tu pregunta, en el recuerdo, si le preguntas a un aficionado del Monterrey cual fue el gol que más gritó mío, muchos te van a decir ese y algún otro te podrá decir el día de Querétaro. Fueron 48 goles en Rayados, y sí, en el cariño de la gente va a estar ese gol, no tengo dudas”.

Tigres descendió, volvió al otro año, cambió toda la administración, y en los últimos 10 años jugó 3 Finales de Concachampions, 1 de Libertadores y ganó 5 Ligas. Una de esas, en casa de su máximo rival. Para algunos, fue una revancha que borró lo sucedido en el ’96. Para Verdirame y Salvador, la deuda nunca se saldó.

¿Crees que Tigres saldó aquella deuda del descenso con la Final del 2017?

Verdirame: “Las deudas a veces nunca se saldan, porque en el caso de Monterrey, dices ‘salvó la deuda ganando la final de la Concacaf’, pero dolió cuando perdió ahí'. Y a la gente de Tigres seguramente le debe haber dolido ir al descenso. La historia va a marcar que pudieron salir rápidamente de esos 24 años que pasaron, salieron en el sentido de lo que es ahora como institución, mis respetos. Aparte subieron muy rápido, fue algo muy rápido lo de Tigres, que además salió muy fuerte de ese descenso, se reivindicó el equipo, y hoy por hoy están todos los torneos dentro de Liguilla, peleando cosas importantes. El cambio ha sido drástico, para las dos instituciones. A veces el saldar deudas o no, es según del lado que se vea. Cada episodio que sucede en la vida es diferente al otro, es muy difícil que vuelva a repetirse un partido así, creo que nunca va a volver. Y en el caso de las Finales, se dan, pero en diferentes circunstancias, así que es prácticamente lo mismo que lo del descenso. Ahí está el partido, ahí está la historia y cada partido o cada Clásico va a ir tomando su rumbo y su historia”.

Salvador: "No, no lo veo igual, son circunstancias distintas porque sino es como decir que Rayados se vengó con la Concacaf, cada Clásico tiene un sabor diferente. Para poder equiparar, evaluar o comparar se tendría que jugar un Clásico igual en el estadio de Rayados, que Rayados esté peleando el descenso y que si Tigres gana descienda Rayados, sólo así se podría decir que así se compensa, mientras es imposible, cada Clásico es distinto, va a haber más posibilidades de que estemos hablando de Finales, va a ser mucho más factible a que se presente la situación de que rayados esté en riesgo de descender. No lo puedes comparar ni con una Final de Liga, ni de Concacaf. Es un Clásico aparte".

 OTRAS FRASES DE VERDIRAME:

 Viendo lo que eran las instituciones en aquel entonces, ¿te imaginabas este presente para ambos?

“No, en aquel entonces nosotros veníamos de perder una final contra Atlante, apenas llegué a Monterrey, pero nada que ver con lo que son ahora las dos instituciones. Las dos pelean cosas grandes, fueron en la década las que más títulos ganaron, en el caso de Monterrey títulos internacionales. Nosotros ganamos una Concacaf con Monterrey, que fue Recopa de Concacaf, algunos la recuerdan, otros no, pero ahí está el trofeo, el título, es de a de ha veras tambien, pero nada que ver. Hoy ha cambiado mucho, son dos instituciones de primer nivel, por lejos dos de las cuatro mejores de México, por todo lo que han logrado y porque tienen dos hinchadas magníficas”.

Si Tigres no se hubiera ido y, por ende, reinventado, ¿sería la institución que es hoy en día? ¿No existiría esa competencia diaria que hay con Rayados?; ¿Les vino bien a los dos equipos?

“Puede ser, nunca lo pensé. Hoy por hoy, gracias a dos empresas regiomontanas (FEMSA y Sinergia), son dos de las mejores en México, Sudamérica y Centroamérica, sin lugar a dudas. Entraron al quite en momentos difíciles de ambos. Puede ser que haya venido bien a la competencia, pero mucho tiene que ver a lo que han hecho a nivel institucional estas empresas, que son regiomontanas, con mucho orgullo”.