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Paulo Serafín nos contó todo lo ocurrido a su retiro como futbolista, su nueva etapa como entrenador y su paso por Rayados: "Nos faltó el título".

Por Adrián Maldonado | FOTO:

Martes 12 de mayo de 2020

En el ocaso de su carrera como futbolista profesional, Paulo Serafín vivió un verdadero viacrucis en su búsqueda de seguir jugando al futbol. Malos manejos de equipos, incumplimientos de contratos y adeudos. Todo esto vivió el ex rayado antes de ponerle un punto y aparte a su camino en el futbol.

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Serafín estuvo en Rayados del 2004 al 2008, en los inicios de la época dorada del club albiazul. Vivió los altibajos del equipo durante ese lapso y nunca se pudo coronar. Posteriormente, se fue a Puebla. Ahí sufrió de una lesión de ligamento cruzado que lo mantuvo alejado por seis meses.

El ex defensor vio cortada su estadía con La Franja por un supuesto incumplimiento de contrato por parte de la directiva. Se encontraba a la mitad de su rehabilitación cuando tuvo que meter la controversia.  El club camotero fue el último de Serafín en Primera División.

"El último equipo en el que estuve fue Indios (Ascenso) y de hecho lo desafilian por adeudos, yo ya tenía 36 años y en el último equipo de Primera División en el que estuve fue Puebla. Tuve una lesión de ligamento cruzado a los seis meses y tuve que meter controversia porque me dieron de baja sin respetar mi contrato y no terminé mi rehabilitación. Una serie de circunstancias", recordó en plática con ONCE.

¿Qué pasó después?

"Llego al Ascenso dos años y medio. Yo quise pagarme y saldar cuentas con el futbol y mi desempeño. Pasé de jugar, en un año, 45 minutos nada más. Después sale el proyecto en Durango (con Alacranes) y quise ir más que nada para asegurarme que todavía tenía capacidad de jugar".

¿Y cumpliste?

"Nos fue muy bien, clasificamos a la Liguilla, jugué todos los partidos como estaba acostumbrado. Después sale la oportunidad de ir a Ciudad Juárez. Después de ver ahí los adeudos, la situación del Ascenso con 13 o 14 equipos, a mí me estaba saliendo más caro querer jugar. Tomé la determinación después del año que tuve en Durango (de retirarse). Yo quedé pagado deportivamente y pude tomar esa decisión de ya no seguir jugando".

Aparte del factor económico, ¿qué te retiró?

"La realidad es que con 36 años yo considero que tuve una buena carrera deportiva y ya no equivalía seguir insistiendo en buscar una oportunidad de seguir jugando. Llega un momento donde el futbol te dice: 'hasta aquí'. Hay que saber escuchar ese momento".

SU PASO RAYADO

Serafín Callejas, nacido en la Ciudad de México, debutó con los Ángeles de Puebla en el 1999 y al año siguiente pasó al Atlante, donde estuvo cuatro años hasta que Miguel Herrera, entonces entrenador del Monterrey, lo llamó.

¿Qué tiene diferente la gente de Monterrey?

"Básicamente es una forma de vida, he vivido en diferentes ciudades, pero Monterrey tiene una característica. Mi suegra y su familia son de ahí y tienen un gen. La gente es muy competitiva en todos los ámbitos sociales y siempre quieren estar a la vanguardia en cualquier aspecto. Hay muchos deportistas que han trascendido y son regios. Esa es una característica para mí de la gente regia, de la ciudad, la llevan la pasión al futbol".

¿Qué fue lo que más te marcó como jugador de Rayados?

"La verdad muy gratos momentos, de hecho por ahí en algún momento mi esposa insistía en que regresáramos a vivir a Monterrey. Las circunstancias y las cosas no se acomodaron en su momento Mis hijos estuvieron viviendo ahí esos cuatro años y tienen muy pocos recuerdos, pero la ciudad nos marcó. De hecho, mi hijo es súper rayado, ya está por cumplir la mayoría de edad. Tenemos ese deseo de acompañarlo en algún momento a ver un partido de Rayados en el nuevo estadio (BBVA)".

¿Por qué no fueron campeones en el 2004 y 2005? La gente recuerda ese equipo como uno de los mejores...

"Era un equipo espectacular que siempre estábamos buscando el arco sin importar cuántos goles pudiera recibir. Catalogaría a ese equipo un poco irreverente, eso la gente lo agradece. Hoy que me toca estar como técnico y el hecho de buscar siempre el arco rival atrae a la gente, la prensa y los rivales te tienen un gran respeto”.

“Fue un poco también de inmadurez (haber perdido).  Si hay partidos que vas ganando, ¿por qué lo vas a empatar? Y si vas empatando, ¿por qué lo vas a perder? Íbamos a jugarnos el todo por el todo. Nos faltó el campeonato, hubiera sido muy importante y hasta hubiéramos trascendido más en la historia del club”.

¿Sólo te faltó el título?

"Tuve gratos recuerdos, no pudimos coronar con el campeonato, pero yo todavía sigo ahí viviendo con esos momentos que es la mejor afición de México. Yo así lo digo, lo he escuchado de boca de muchas personas, técnicos y la pasión que se vive en la ciudad es totalmente diferente, aunque sólo podemos hablar quienes la vivimos".

En la época del Piojo, ahora DT del América, hubo mucho canterano, algo que ahora a ti te toca resaltar en la Sub 20...

"Había cantidad de más de seis o siete jugadores canteranos y eso también la gente lo agradece, el jugador se manifiesta de diferente manera y termina siendo una combinación bastante rica en muchos sentidos. Estaba Jonathan (Orozco), Severo (Meza), (Diego) Ordaz, (Jesús) Zavala. Había jugadores que tuvieron una muy buena carrera, no estaba de todo equivocado el cuerpo técnico de darles una oportunidad".

ENCONTRÓ SU NIDO

A sus 44 años, Paulo encontró en el América un nuevo hogar y una oportunidad de instruir a las futuras promesas del balompié nacional. Ahora es director técnico de la categoría Sub 20 del América.

¿Cómo te va en el Ame?

"Muy bien, tengo un buen tiempo trabajando de director técnico. En cuanto me retiré del futbol profesional como jugador más o menos me tomé un año y empecé a prepararme con el curso. Un año después empecé a trabajar en el futbol de formación. Pasé por Puebla, después al América, después a Morelia, estuve seis meses en Dorados en el Ascenso y ahora estoy repitiendo en una segunda etapa en el América".

Futbol, táctica y sobre todo valores. ¿A dónde le tiras?

"Sé que es difícil tener un espacio en Primera División, que es donde todo técnico aspira y Selección Nacional. Para mi gusto todo comienza cuando eres un jugador buscando una oportunidad, desde las Fuerzas Básicas, ahí tienes que adaptarte a los viajes, que tienes poco número de jugadores, de canchas y diferentes situaciones. Es transmitir las experiencias vividas a todos esos jóvenes que están en busca de su oportunidad. He aprendido, me he desarrollado. Siempre en espera y trabajando para que pueda llegar una oportunidad y no me sorprenda".

¿Cómo quieres ser recordado?

"Lo que me llevó en mi carrera como jugador y ahora a trabajar y ser recordado es por el esfuerzo. Yo no vislumbro la vida si no es trascendiendo y para mí hay dos opciones: o cumples o trasciendes y eso viene de la mano del esfuerzo. Yo tuve claro cuando empecé a jugar que si algún día me iban a correr iba a ser por malo y no por no trabajar, que no me fuera de ese lugar porque me dijeran que no cumples”.

Fotografía: Mexsport

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