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Las lágrimas de Careca reflejaron la decepción de Rayados en aquella primera Final perdida en el ’93. “Me emocioné por la gente”, recordó el brasileño.

Por Adrián Maldonado | FOTO:

Jueves 28 de mayo de 2020

En la victoria todos van a la Macroplaza a festejar, pero en la derrota son pocos los que reconocen el esfuerzo de un equipo, tal y como sucedió 27 años atrás con Rayados.

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Un día que Carlos Bianchezi catalogó como "uno de los momentos más increíbles" que ha experimentado, extrañando sus mejores años en el futbol mexicano, torneo que lejos de sorprender por crecimiento, con el paso del tiempo lo decepcionó, igual que ahora al eliminar el Ascenso.

Careca, hoy de 55 años y analista de futbol, era el delantero goleador de esos Rayados que perdieron la primera Final de Liga el 29 de mayo de 1993, luego de ser aplastados 4-0 en el global por el Atlante con un impactante 3-0 en el Estadio Tecnológico en el partido de Vuelta.

El brasileño había marcado en las dos fases previas de Liguilla ante Tecos y América, pero no tuvo la misma suerte para repetir en la llave decisiva. Para su alivio, lo que hizo el público en ese momento de cobijarlo a él y a sus compañeros le generaba el mismo sentimiento que vibraba en su cuerpo con cada anotación. Era como haber metido gol.

"Cuando veo que perdimos y veo a la gente tener esa actitud, me viene el llanto y no pude controlarme porque era algo que yo no veía venir. Fue muy sorpresivo y muy hermoso", relató Careca a ONCE, quien recordó que para la afición era más fácil tirar la toalla e irse del Tec, que quedarse a vivir la humillante tarde en que les quitaban el trofeo.

Ese día fue recordado porque el grueso de los más de 33,000 asistentes se quedaron a aplaudirle al rival por el gran partido hecho y también a los suyos por el esfuerzo, luego de jugar el segundo tiempo con un hombre de menos por la expulsión de Roberto Hernández.

La emoción era abismal porque habían pasado desde 1986 sin disputar un campeonato, lo que hizo que algunos hinchas acamparan la noche previa con tal de conseguir entradas. Era un juego que nadie quería perder y del que al final nadie se quiso ir.

¿Por qué lloraste?

"Me dolió enormemente perder esa Final porque estaba consciente que teníamos con qué ganar. Tal vez no lloré de una manera escandalosa, pero la gente me hizo sentir que quedamos a deber mucho porque merecíamos algo más. (Los aplausos) eran de agradecimiento hacia nosotros y de que el Atlante lo hizo mejor. Era mucha afición para no ser campeón en el sentido de calidad, no de cantidad".

Era la primera Final que perdían. ¿Te sorprendió su reacción?

"La gente no se fue del estadio como normalmente cuando el equipo pierde el título. Nos aplaudió. Eran grandes aficionados conscientes, coherentes e inteligentes porque supieron ver el futbol y, sobre todo, con una cultura deportiva sabedora de que se puede ganar y perder y de que hay un mañana".

INICIO DE UN CAMBIO

Wilson Graniolatti (40') puso el primer gol de la tarde y Daniel Guzmán, autor del 1-0 de la Ida, el 3-0 global (76'). A pesar de esa dificultad y el casi imposible panorama que tenían los albiazules, el público no se marchó, teniendo que apoyar aún en la desventaja y con sus jugadores desmotivados por continuar, hasta que llegó el doblete del Travieso Guzmán sobre el final (86').

Rayados tuvo la oportunidad de ganar en la Ida ante la expulsión de Félix Fernández por una falta cometida justamente sobre Careca, quien después en la Vuelta fue derribado por Miguel Herrera en el área para tener un penal a favor, aunque Sergio Verdirame lo falló.

¿A qué atribuyes que ese equipo fuera querido?

"Era el inicio de un cambio en la cara del Monterrey, empezó a tener cambios importantes, más publicidad y se identificó muy bien con la gente. Los entrenamientos se veían a puerta abierta y cuando era día no laboral iban miles a El Cerrito. Esa cercanía de jugador-aficionado ayudó mucho a que hoy en día tengan una afición como la tienen".

Te tocó usar la camiseta #10. ¿Entendiste su importancia?

"Aquí lo consideran de esa forma (mejor jugador), puede ser cualquiera. Por decir, Osvaldito (Martínez) jugaba de mediocampista defensivo y el Guille (Franco) jugaba de 9, pero tenía la 10. Me encantaba, tenía un resorte impresionante. (Germán) Martellotto era un buen 10".

MATARON AL FUTBOL

Carlos, quien vistió de azul y blanco entre 1992 y 1995 antes de su retorno en 1997, comparó la tristeza vivida ese día con la actualidad del futbol mexicano, pues al ser extranjero lamentó la decisión de la Federación en eliminar el Ascenso, crear una Liga de Desarrollo y limitar a los foráneos a este mercado.

¿Qué te parecieron estas medidas?

"Les falta el respeto a los que invierten en el futbol y al deporte. Si tú quieres invertir tu dinero y no quieres correr riesgo, pues no inviertas en el futbol. Van a hacer que la gente vea el futbol sin que haya una competitividad real".

¿Por qué para ti es una mala decisión?

"No es la solución, porque vas a tener más mexicanos en cancha jugando, pero con menos competencia. Esos muchachos van a llegar a Primera División arrastrando cobijas, cuando hoy en día en la Liga estaban dándose de tope con los veteranos que salían para jugar en el Ascenso y con extranjeros que traían de buena calidad".

¿Cuál fue tu reacción al anuncio de este formato?

"Me dio asco cuando supe que el América estaba a favor de eliminar el ascenso y descenso. ¿Ellos cuándo van a descender? Tiene a los mejores jugadores y están en los mejores lugares. ¿Por qué votar a favor de la mediocridad? Tienen mucho talento y contratan jugadores talentosos, pero lo que hacen los directivos es realmente desastroso".

¿Cómo se trataba al extranjero en tu momento?

"Era parecido. ¿Los extranjeros apoyan o perjudican? Si ves la historia ha ayudado más que los mexicanos jóvenes compitan con extranjeros de calidad. Es muy sencillo: si quieres ser bueno tienes que jugar con los mejores. Si tienes que bajar el número de extranjeros y eliminar el Ascenso para que tus jóvenes puedan sobresalir, prácticamente estás diciendo 'ustedes son incapaces de hacerlo si yo mantengo una liga de calidad".

¿Ayudará esto al desarrollo en Fuerzas Básicas?

"Es mejor tener a un entrenador que te va a hacer generar dinero porque va a preparar buenos jugadores tácticamente, mentalmente y no tiene miedo de competir. ¿Que no gano títulos juveniles? No me interesan los títulos juveniles, no quiero que seas campeón. Entonces, cuando preparas a un equipo para ganar un título, tú empiezas a limitar a los jugadores".

¿Le hará un bien a los futbolistas locales?

"Soy de la opinión que las oportunidades no se regalan, no son dulces, sino que se conquistan día a día para ser un jugador confiable que los terminemos viendo en Europa (...) Vienen tiempos malos para el futbol mexicano, ya estaban empezando a desaparecer los aficionados en los estadios con (todo y) una buena inversión en extranjeros. Si quitas el Ascenso, matas al futbol".

Fotografía: Mexsport

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