

Don Pato
Roberto Gasparini destacó por su excelsa pegada, los tiros libres y los goles que metió. "Y los hice como mediocampista", aclaró. El Pato, ídolo y crack.
Por Matías Giraudi | FOTO:
Don Pato
Roberto Gasparini destacó por su excelsa pegada, los tiros libres y los goles que metió. "Y los hice como mediocampista", aclaró. El Pato, ídolo y crack.
Por Matías Giraudi | FOTO:
Jueves 18 de junio de 2020
Tigres cambió con el paso del tiempo. Muchos de los antiguos ídolos eran queridos por su carisma, la entrega dentro del campo y la identificación con los colores, ya que las chances de pelear campeonatos eran mínimas. Roberto Gasparini fue uno de ellos. “Ya no es el Tigres de esa época que no teníamos donde entrenar”, le dijo a ONCE.
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El Pato, apodo por el que se le conoce al argentino, vistió las playeras de los dos equipos regios, pero fue en San Nicolás donde dejó su nombre grabado, y se encuentra en el top ten en la tabla de goleadores históricos. "Es un orgullo estar dentro de esos diez", remarcó.
Transitó el club en época de sequía, donde la ruta el triunfo no desembocaba en el Universitario. Del '89 al '95, con un subcampeonato en la Final de Copa MX en su primer año fue el logro deportivo más importante de su trayectoria en el club. Pero fuera de la cancha, se ganó solo el mote de ídolo, a fuerza de goles y gambeta.
Un tiro libre a modo de su derecha, era gol para Tigres. Una pegada exquisita, de esos que nacen con la virtud de darle una caricia al balón y ponerla donde ellos quieren. Pero hasta los más talentosos necesitan práctica, y que mejor que hacerlo con Carlos Reinoso. "Hacíamos competencias de tiro libre con Carlos, le pegaba como los dioses", recordó.
Su salida, con polémica incluida, su paso a Rayados por el afán de quedarse en la comodidad de la ciudad, a pesar del reclamo de los Incomparables, las carencias de aquellos años, la actualidad alejado del futbol y la mirada de los equipos regios fuera de México, en una nota a flor de piel del cordobés.
Cumplió 62 años. Desde su casa, en su Córdoba natal, donde es amado y hasta el estadio de la ciudad lleva una tribuna con su nombre, recordó los buenos momentos que pasó en Tigres, su casa en México.
¿Qué es de la vida de Roberto Gasparini?
"Estoy en Córdoba, mi ciudad natal. Viviendo normalmente como cualquier persona, un poco alejado de lo que es el futbol como trabajo, pero siempre yendo a ver futbol. Me gusta, y cuando puedo, me voy siempre a la cancha".
Sacando la idolatría con Racing de Córdoba y lo que representa para el futbol cordobés, ¿Puedo decir que Tigres es tu segunda casa?
"También tengo muy buenos recuerdos en Rosario Central, donde fui campeón. Fueron equipos que me marcaron en mi carrera. En Tigres estuve cinco años, me hicieron sentir bien a mí, a mi familia y sí, es como una segunda casa también".
Te tocó en épocas de vacas flacas…
"Sí, una época donde la afición siempre cumplió con el equipo, especialmente el primer año, que llegamos a Final de Copa, estuvimos entre los ocho clasificados. Los otros años no fueron tan buenos, pero la gente siempre respondió, iba a ver al equipo a pesar de muchas críticas que había y dificultades, económicas y futbolísticas".
JUGADOR DE 10
Con 43 goles está ubicado en el décimo puesto de goleadores felinos. Muchos de esos, de tiro libre. A pesar de que ya traía un historial, tuvo un ayudante de lujo con el que mejoró su pegada.
Entrenábamos en Zuazua en campo en malas condiciones. Era otro futbol, mucho más sacrificado, al revés de lo que es hoy Tigres.
Roberto Gasparini, ex volante de Tigres
En tiempos lejanos, donde lograr títulos costaba demasiado, el Pato era considerado un ídolo para la afición. Una realidad diferente a la actual, donde no existían tantas comodidades ni los jugadores eran tratados como reyes.
¿Te consideras un ídolo para Tigres?
"Sí. En los momentos que jugué fui considerado de los mejores jugadores que tenía Tigres, pero el tiempo pasa y se cambió la estructura. Ya no es el Tigres de esa época que no teníamos donde entrenar. Entrenábamos en Zuazua en campo en malas condiciones. Era otro futbol, mucho más sacrificado, al revés de lo que es hoy Tigres, una institución modelo y que ha logrado muchos éxitos en los últimos tiempos".
Estás en el top ten de goleadores, ¿qué representa después de tantos años?
"Es bueno mantenerse en ese lugar. Era difícil en esa época hacer la cantidad de goles que hice. Fueron cuatro años y medio que me permitieron hacer esa cantidad de goles, aparte, siendo mediocampista. No era delantero, era un mediocentro. Es un orgullo estar dentro de esos diez. Hay varios jugadores abajo mío, los que están arriba, bien merecido lo tienen".
¿Es cierto que te quedabas practicando tiros libres con Carlos Reinoso cuando era entrenador?
"Sí, hacíamos competencias de tiro libre con Carlos y a veces con Sergio Almirón. Siempre comento que, en el lugar que más practiqué tiros libres fue en México con Reinoso porque a él también le gustaba practicar y le pegaba como los dioses a la pelota".
¿Te ayudó mucho eso? Tienes muchos goles de tiro libre…
"En esa época tenía 31 años, me sirvió para entrenar, pero eso lo traje de cuna, pegarle a la pelota. Tenía esa virtud, que muchas veces nos ayudó a ganar partidos o a desenredar partidos muy complicados, algún gol de tiro libre o pelota parada".
¿Hubiera sido distinta tu historia personal en otra época?
"El hubiera no existe, ni en el futbol ni en la vida. Son épocas que tuvimos, la pase muy bien, disfruté mucho tanto yo como mi familia y estoy muy conforme por el paso que tuve en Tigres. A lo mejor en esta época hubiera sido otra cosa, tendría los videos de todos los goles que hice, pero eran otras épocas que no había la tecnología de ahora y había que adaptarse".
CRUZÓ LA CIUDAD
En el 1994 quedó libre por decisión de Francisco Avilán, técnico en aquel entonces. Bajar a jugar a Segunda o esperar el Draft eran los caminos para continuar en México. Se aguantó seis meses jugando con sus amigos, y cruzó la calle, para ponerse la playera de Rayados.
¿Por qué te dejaron libre en aquel tiempo?
"Fue una decisión de la dirigencia que avaló Pancho Avilán, que era el técnico. El día martes me dijo que era imposible que venga un brasileño que iba a venir en lugar mío. Yo prácticamente había jugado todos los partidos, en muy pocos había estado afuera, en ningún momento pensé que iba a quedar fuera del equipo. El día jueves fue a mi casa a decirme que los dirigentes le habían dicho que me tenía que correr. Tomó esa decisión antes de dejar el puesto él. Lo presionaron para que me corriera. Él tomó esa decisión, los dirigentes lo avalaron desde Brasil, donde habían ido para traer al brasileño que vino y quedé afuera".
Estuviste unos meses parado y te fuiste a Rayados, ¿Tuvo que ver quedarte en la ciudad el haber elegido Monterrey?
"En esa época, si quedabas afuera del equipo no se podía jugar en otro equipo de Primera, tenías que jugar en Segunda. Decidí no jugar en Segunda, me vine a Argentina un mes, volví, hice una pretemporada solo, estuve entrenando con el equipo del futbol 5, y así me mantuve hasta junio que era el Draft".
¿Y en el Draft te convenció Rayados?
"Fui al Draft, iba con la carta en mi poder. Tuve ofrecimientos de Rayados, me había pedido Mejía Barón, que estaba dirigiendo la Selección de México y volvía a Monterrey, entonces elegí Rayados. Estaba en la ciudad, tenía mucha gente conocida y por eso opté por jugar en Rayados. Lamentablemente no vino Mejía Barón, que era el que me había pedido, llegó Arturo Salah dos semanas antes de empezar el campeonato. Fue muy claro, que en diciembre traía dos jugadores chilenos y me marcó mi salida. Me quedé, luché todo lo que pude para seguir, pero la decisión ya estaba tomada”.
¿Se enojó la gente en aquel entonces?
"La gente de Tigres, cuando me dejaron libre, se enojó mucho. Hubo muchos ex jugadores que me defendieron, salieron a luchar por mi salida, pensando que no era merecida y yo también pienso que, si me tenían que dejar afuera, me lo hubieran comunicado de otra forma y no de la forma tan desleal que lo hicieron. La gente no estuvo de acuerdo con esa decisión".
¿Y algunos se enojaron contigo porque te fuiste a Rayados?
"Y, algunos se enojaron, pero era mi trabajo, no tenía donde trabajar. El equipo que me ofreció trabajo fue Monterrey y por eso me fui a jugar, no por una revancha contra Tigres. Yo soy de Tigres, y el hecho de cambiar a Rayados no es que haya perdido el cariño por Tigres. Cuando voy, algunos me dicen: ‘¿Cómo pudiste haber pasado a Rayados?’, pero es la vida del jugador de futbol, el trabajo, y en esa época necesitaba trabajar".
¿Hace cuánto no vienes a Monterrey?
"Estuve en septiembre de 2018".
SON DISTINTOS
Vistió los colores de Racing de Córdoba, Talleres, Estudiantes de Río Cuarto y Rosario Central, en el futbol argentino. Justamente en Rosario, una de las ciudades donde se respira la misma cantidad de futbol que en Monterrey, importa ganar el Clásico por sobre todas las cosas.
¿Ves algún parecido en la rivalidad del clásico rosarino al regio?
"Son distintas formas de tomar el Clásico. Acá en Rosario es vida o muerte, se pelean, discuten. Allá, es una rivalidad que la gente estaba en una misma tribuna, era mucho más suave".
¿Son conocidos los equipos regios ahí?
"Sí, son equipos conocidos. Fueron dirigidos por técnicos argentinos como Pekerman, el Turco Mohamed, gente que acá es nombrada y cuando dirigen son noticia. Aparte ahora se ve mucho el futbol mexicano, antes, en nuestra época, para saber el resultado tenías que leer el diario del lunes y ponían el resultado solo. No sabías quien había hecho los goles. Ahora, es todo al momento".
Fotografía: Cortesía