Miércoles 06 de enero de 2021

De María Sánchez se conoce que es una de las mejores volantes zurdas de la Liga MX Femenil, pero no son tan conocidos sus inicios en el futbol. Tigres, aparte de reforzarse con una jugadora talentosa, también se hizo de los servicios de una persona con mucha ambición.

Nació en Nampa, Idaho, en una cultura totalmente distinta a la que hoy acompaña en el día a día en una ciudad como Monterrey, pues en ese entorno no se vive el futbol como en México. Sus padres campesinos, Roberto e Irene, emigraron de su rancho en Laredo, Michoacán y fue entonces que Sánchez Morales creció en los Estados Unidos en febrero de 1996.

MIRA TAMBIÉN: Consulta toda la información de Tigres Femenil

No vivió el proceso de muchas jugadoras de pasar por escuelas de la élite o de alto reconocimiento en lo que a lo deportivo se refiere, con todo y que sus padres no pudieron pagar para que ella jugara.

Aún así encontró la manera de distinguirse en algo que le apasionaba como el futbol, haciendo 178 goles entre el primer y cuarto año en la secundaria American Falls de su estado, sorprendiendo a propios y extraños, logrando que su número fuera retirado por la escuela a modo de homenaje, siendo la MVP de cada uno.

Con todo y que fue goleadora, no llamó la atención de grandes colegios para sumarla, siendo la Universidad de Idaho State la que le dio su primera gran oportunidad. En 2018, le llegó un nuevo reto al ser elegida por Chicago Red Stars y dar el salto profesional después de una controversia con Idaho State, tras no quererla liberar alegando reglas de la NCAA. Para cuando llegó a Chivas en diciembre de 2019 ya era una futbolista distinguida.

Es normal ver en sus redes sociales a una chica apasionada por la música, el canto y la guitarra, por los gustos musicales que existen en su familia haciendo lazos muy fuertes entre ella y sus hermanos, como cuando pagaron la hipoteca de sus padres.

María, que estudió Sociología en la Universidad de Santa Clara, jugó basquetbol, pero lo suyo siempre fue el soccer. Cuando era chica sus hermanos la ponían de portera y aunque no era de su agrado, continuó pegada al deporte sin imaginar que con el paso del tiempo su sueño se haría realidad. Llegó hasta la Selección Mexicana, donde jugó la Copa del Mundo en 2015 y otro en 2016, pero con la categoría Sub 20.

A Tigres le puede caer como anillo al dedo toda vez que ya conoce lo que es ser compañera de Nancy Antonio, Nayeli Rangel, Blanca Solís, Belén Cruz y Natalia Villarreal, entre otras con las que coincidió en Selección, teniendo la tarea de ganarse un lugar y destacar como lo hizo en sus inicios.

Fotografía: Tigres Femenil