Domingo 07 de febrero de 2021

Había que festejar. El logro que consiguió Tigres, uno de los más importantes de su historia, no podía pasar desapercibido. Una gran cantidad de automóviles inundaron las inmediaciones de la Macroplaza y tiñeron de azul y amarillo las calles del centro de Monterrey.

Banderas, gorros, playeras y hasta turbantes. Todo era válido para demostrar la alegría y la algarabía que significó haber logrado el pase a la Final del Mundial de Clubes. Hasta un jersey del Bayern Múnich se hizo presente, como manera de deseo para el encuentro decisivo.

Y eso que solo pasó a la Final. Hay que imaginar lo que sería la Macroplaza si Tigres se consagra campeón del mundo... Por lo pronto, con cubrebocas, cada uno en su carro y sin juntarse. Así fue el contenido festejo.

No hubo necesidad de vallas, ni cerrar las calles. Los aficionados tuvieron libre acceso a las calles y a la Explanada de los Héroes, pero el sentido común fue más fuerte que las ganas de festejar y solo se limitaron a la ruidosa caravana, que no paraba de transitar por la calle Zaragoza, el punto principal del encuentro.

Una historia que podría volver a repetirse el jueves, si los felinos se alzan con el título de campeón. Bayern Múnich o Al-Alhy, de allí saldrá el rival de la Final. Por lo pronto, festejaron, pero con Susana...

Fotografía: ONCE