

El BBVA quedó grande
Rayados ha sufrido desconexión con su gente por muchas causas potenciado por los fracasos en los últimos torneos. De la lista de espera en abonos al 2x1.
Por Mario Sánchez | FOTO:
El BBVA quedó grande
Rayados ha sufrido desconexión con su gente por muchas causas potenciado por los fracasos en los últimos torneos. De la lista de espera en abonos al 2x1.
Por Mario Sánchez | FOTO:
Martes 31 de mayo de 2022
Rayados hace tiempo que viene a los tumbos y no solo no logra estabilizar una idea futbolística, sino que tampoco contagia, ni siquiera con alguna que otra buena racha y, menos aún, con los "refuerzos", lo que antes era un factor convocante por naturaleza.
En los últimos cuatro torneos, atravesado por una pandemia que para fines competitivos no es excluyente, la efectividad de Rayados ha sido muy baja -apenas por encima del 50%-, lo que se tradujo en dos cosas: no ha superado la línea de los Cuartos de Final y gran parte de su afición le soltó la mano. El BBVA le ha quedado demasiado grande.
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La última eliminación en Repechaje frente al San Luis se justificó con lo que ya ha sido una constante en los recientes torneos: la falta de un patrón de juego y los pocos aciertos tácticos han potenciado la irregularidad y lo han debilitado como equipo.
Después de aquel título relámpago en el Apertura 2019 con Mohamed, que definitivamente fue un oasis entre tanta depresión, Rayados pronunció su caída. Esto habla a las claras que su base no ha estado sólida por efecto de los técnicos y por los defectos de los futbolistas.
#Encuesta ???? | ¿Qué le falta a #Rayados para que la afición regrese como en las mejores épocas del BBVA?#SomosONCE
— ONCE Diario (@oncediariomx) June 1, 2022
"REFUERZOS" DE PÓSTER
A Rayados lo venden como el plantel más caro de México, pero se confunde precio con rendimiento. Medido desde el aporte individual de los jugadores, Rayados confirmó en estos últimos años que su nivel se ha abaratado estrepitosamente, con “refuerzos” que solo pueden ser presumidos en un póster o panorámicos, pero de escasa utilidad futbolística.
Exigirle a Rayados que gane por los “nombres” que tiene, es ilusionarse con una mentira. Una cosa es que los directivos los contraten y les paguen lo que ellos creen que valen y otra cosa es el verdadero nivel que traen. A Rayados hace años que se le sobrevalora un equipo que no posee.
Partiendo desde esta realidad, Rayados se ha venido haciendo un costoso daño. Se le infla tanto que todos se creen lo que no son y los fracasos, obviamente, son muchos más dolorosos. Sin autocrítica ni decisiones contundentes, es barajar siempre lo mismo y dar de nuevo.
EL EXPEDIENTE TIGRES
Y si hablamos de convocatoria, Rayados tuvo que recurrir a algo inusual e impensado para un club mundialista: poner boletos al 2x1 en el último Repechaje en aras de ocupar los profundos vacíos de un BBVA cada vez menos atractivo para el aficionado albiazul.
Rayados ha tenido un promedio de 20,000 aficionados por partido en los últimos tres torneos, menos de la mitad del aforo total del estadio (51,000). Un dato tristísimo que dimensiona la fuga de apoyo, sobre todo después del expediente 10/12/17, la Final que perdió ante Tigres y que marcó un antes y un después para muchos aficionados.
De hecho, hasta antes de ese punto de quiebre, el club presumía su lista de espera de decenas de miles futuros abonados. Sin embargo, todo se evaporó.
¿Por qué perdió tanta gente en el camino? Por razones varias del orden institucional -abonos caros que pegaron en la economía familiar, fracasos en estrategias para atraer gente, poca empatía con el público- y, obviamente, por la falta de un equipo competitivo, ya no pudo recuperar la fuerza en las tribunas.
EL PERFIL EUROPEO
Pero también tiene mucho que ver la mirada del club: imagina ser una institución de élite, de perfil europeo, y ha perdido de vista el contexto de barrio y el gusto de las nuevas generaciones, quienes ya no compran todo lo que les venden.
Se ha convertido en un club exclusivo para pudientes y de esas alturas no se baja. Hizo del BBVA un teatro para la selfie, para la frivolidad, para el lujo y se le escapó la pasión. Ni hablar de las pérdidas que provocan Raya2 y Rayadas al abrir el estadio.
El club no ha sido capaz, por ejemplo, de capitalizar todas las colonias en los alrededores del estadio. Hay gente en esa zona de Guadalupe que no conoce por dentro el inmueble porque nunca se les invitó y por falta de dinero, según un sondeo realizado por ONCE en fecha reciente.
#PorSiTeLoPerdiste | Para Celso Ortiz, #Rayados no tiene deudas con la afición. ? https://t.co/zJlw0gjfuf pic.twitter.com/n7qRKnMo0R
— ONCE Diario (@oncediariomx) May 31, 2022
En pocas palabras, Rayados abusó del efecto “estadio nuevo”, manipuló los precios al alza y el gustito le duró hasta que “secó” las bolsas de una buena parte de simpatizantes. Su plan fue de aprovechamiento y no de conservación.
Mudar a la barra a la parte alta del BBVA busca ser una solución medida desde el dinero, pero quién sabe si sea más conveniente.
Es verdad que esa desconexión con la gente se potencia cuando el equipo no cumple con las expectativas. Hoy Rayados, quizás ni comprando a “estrellas” gana en las taquillas.
#Rayados | ¿HABRÁ REGRESO?
— ONCE Diario (@oncediariomx) May 31, 2022
Jesús Zavala mantiene la ilusión de volver a Rayados, pero descartó algún tipo de negociación. ?https://t.co/5ZXGwqV0BK pic.twitter.com/te0gJwip2h
Es difícil que vuelva a ver un estadio repleto. El desgaste ha sido continuo y el club se dejó estar apostando al marketing, mostrando una y otra zanahoria a una masa de aficionados que ya no compra espejitos. Rayados, mientras siga siendo más mediático que social, probablemente no corrija parte de su problema.
Un plan que quizás le funcionó antes, cuando los directivos estaban menos expuestos y sus decisiones eran absolutas. Hoy no se puede maquillar la depresión deportiva y mucho menos disimular esa falta de tacto hacia su primer consumidor y sostén principal: el hincha.
Fotografía: Mexsport