Rayados, Maxi Meza, Monterrey, Liga MX, Apertura 2024, River Plate

Desde su llegada en 2019, el volante argentino siempre mostró altibajos en su nivel de juego, pero se marchará de Rayados con cuatro títulos en la bolsa.

Por Gilberto Galván | FOTO: Rayados

Domingo 04 de agosto de 2024

La expectativa estuvo por los cielos por su pasado mundialista con Selección Argentina, sin embargo, con Maximiliano Meza siempre quedó el estigma de ser jugador de momentos, con una curva prolongada en su futbol. Destellos del volante, pero sin encontrar la regularidad esperada.

Fue en enero de 2019 cuando el ex jugador de Independiente aterrizó en Monterrey luego de que Rayados desembolsó USD $15 millones de dólares por su pase del seleccionado argentino en el Mundial de Rusia 2018.

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El volante fue presentado junto al paraguayo Adam Bareiro y el mexicano Ángel Zaldívar como la bomba del torneo y aunque los destellos como túneles, disparos de media distancia y regates llenaron su repertorio, el antiguo elemento de Gimnasia quedó a deber.

Siendo un elemento que apareció en momentos importantes en los cuatro títulos que conquistó (Liga MX, Copa MX y dos Concachampions), el argentino disputó 238 partidos en su haber y marcó 39 goles, cerrando su época con abucheos para su rendimiento de parte del Estadio BBVA.

Con el brillo de su costo y pasado, Maximiliano Meza ensanchó las vitrinas del club, sin embargo, en los cinco años que cumplió en la institución, el Emperador dejó un sentimiento de intermitencia en su paso como rayado.

Aunque se quedó a cumplir su vínculo que vencía en diciembre del presente año, cuando Marcelo Gallardo lo llamó para sumarse a River Plate, el destino de Maxi ya estaba decidido.

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