Música, Paul McCartney, Got Back Tour, Monterrey, Estadio BBVA

Paul McCartney conquistó a miles de regiomontanos con un histórico concierto en el "Got Back Tour".

Por Gabriela Ruiz | FOTO: Rayados

Sábado 09 de noviembre de 2024

"Buenas noches, mis regios, Que ha habido, raza. Esta noche es una gran fiesta, bienvenidos", arrancó Paul McCartney, su esperado concierto de la gira "Got Back Tour" en el Estadio BBVA.

Las diferentes generaciones reunidas en el estadio de los Rayados gritaron emocionados, uniéndose como uno solo, al escuchar este saludo de Sir Paul, la leyenda de 82 años e integrante de The Beatles, la banda que revolucionó la industria musical, por fin estaba frente a ellos.

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Los 49,000 asistentes fueron testigos de lo que se vivió en el BBVA y ahora forman parte de la gira "Got Back Tour", que por primera vez trajo a McCartney a Monterrey.

Los usuarios, que con tiempo adquirieron sus entradas, gastaron miles de pesos y siguieron las recomendaciones para estar temprano, reportaron en redes sociales su descontento por la mala organización del evento, ya que fue confusa, lenta y sin soluciones. Al final dejaron entrar a todos, sin boleto, sin brazalete, al concierto que tuvo que retrasarse 45 minutos.

Muchos asistentes afirman que también el municipio de Guadalupe no se organizó correctamente para que el tránsito fluyera de forma correcta hacia el Gigante de Acero.

"Pésima organización de BBVA, llegue 2 horas antes y sigo sin acceder por un brazalete, pero me movieron 3 veces y pregunto al Staff donde era la fila y nadie sabe @Ticketmaster_Me ¿Cómo me vas a reponer el tiempo que me perdí del concierto? #ticketmaster #PaulMcCartney #Monterrey", fue la queja de uno de los asistentes.

"Me pasó igual, más de 1 hora y media tratando de ingresar. Nadie del Staff sabía nada, te mandaban a hacer filas que no llegaban a ningún lado. Total, al final por la urgencia de que ya entrara todo mundo, dejaron entrar sin brazalete. A mí en ningún momento me pidieron mi boleto", comentó otro.

Otra queja fue el sonido, el audio no logró escucharse hasta las gradas y reportaron que no se entendía lo que McCartney cantaba. "Oigan... el sonido está pésimo, ¡No se entiende nada, todo mal, avísenle a los ingenieros de audio, wey, es McCartney, hagan algo!!"¸ fue otra queja.

McCartney arrancó su recital con un clásico de los Beatles: "A hard day's night" y así comenzó una noche llena de momentos especiales y sorpresas.

"Drive my car", "Got to get you into my life" y "Come on to me" son más del repertorio que continuó haciendo memorable el evento, mientras entre canción y canción, Sir Paul ofreció algunas frases en español. "Está con madre estar aquí, muchas gracias. Esta noche voy a tratar de hablar un poquito en español", comentó.

El público se le entregó por completo a la estrella, juntos corearon sus canciones, la piel se ponía chinita al sentir la energía depositada en el lugar al tener a tremenda figura presente en el escenario. Momento que muchos anhelaron desde que eran fans en la época de los Beatles.

El amor no podía faltar y Paul permitió que una pareja de novios se comprometiera en pleno escenario, ambos subieron y, acto seguido, el novio se arrodilló frente a su prometida para pedirle matrimonio y así frente a miles de personas y junto a un McCartney emocionado le dio el anillo de compromiso.

Mary McCarthy, su madre murió cuando él tenía tan solo 14 años, Paul sufrió durante unos 8 años, pero una noche ella se le apareció en un sueño diciéndole: "No te preocupes, vive tu vida, déjalo estar", lo que le inspiró para escribir la mundialmente famosa "Let it be".

Así con los acordes de esta emotiva canción, comenzó el final de un espectáculo que duró poco más de dos horas, en el que McCartney unió a miles de seres ante el piano, para que retumbaran las palabras de esa y otras canciones marcadas por la historia musical como "Hey Jude" y "Live and let die", acompañadas con una lucida producción entre los juegos de luces, la pirotecnia y las llamas que iluminaron el escenario; deleitó a su público quienes extasiados lo disfrutaron y aplaudieron.

¡Gracias, Sir Paul!

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