Miércoles 12 de febrero de 2025

Paciencia, esa sería la palabra que mejor define a Luis Cárdenas, quien esperó su momento pacientemente y disfruta de la titularidad en Rayados. Contra Forge FC tuvo una buena actuación, mantuvo la tercera valla invicta desde que se puso bajo los tres postes nuevamente y fue ovacionado por los hinchas albiazules.

El enojo con Esteban Andrada por los errores aquella tarde frente a Pachuca desató en los aficionados un cariño por el Mochis que ya existía, teniendo en cuenta que lleva toda su carrera en el club, más allá de alguna que otra salida a préstamo.

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Con 31 años, una edad más que madura para un portero, se hizo cargo del arco de Rayados tras la lesión de Andrada en la previa a la Liguilla. Fue figura en aquella Final de Ida ante América, que evitó lo que hubiese sido un papelón con atajadas claves e importantes, pero el regreso del argentino lo relegó otra vez al banco.

Los bajos rendimientos de Andrada le abrieron la puerta de la portería una vez más y mantuvo el arco en cero en 3 de los 4 encuentros que lleva atajando.

A pesar de la diferencia futbolística con el Forge FC y que el 3-0 quedó corto, Cárdenas tuvo dos intervenciones que provocaron el aplauso -por momentos exagerado- del hincha. Todo se entendió desde el cariño, el apoyo y darle un voto de confianza al canterano.

Demichelis habló de que el guardameta no caiga en un exceso de confianza y hasta usó la palabra humildad. Lo cierto fue que el Mochis vio como desfilaron los arqueros por Rayados y le llegó su oportunidad. La misma que, por ahora, está aprovechando.