Luis Guillermo Madrigal mostró su lado más sincero y le dijo a ONCE que su deseo no sólo es cumplir, sino que anhela romperla con la camiseta de Rayados. Ahora que pudo demostrar el porqué de su regreso a casa, el delantero va por más: sueña con ser campeón y goleador.

Madrigal no pudo ocultar su felicidad por el buen momento que atraviesa en lo individual. Si bien la lesión de Funes Mori le abrió un lugar, él no lo desperdició y ya gritó cuatro goles en lo que va de la temporada, para ser el máximo artillero del club (junto a Nico Sánchez).

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"Sí quisiera quedar campeón goleador de Copa y aportar los goles que más pueda para después ya ponerme una meta fija", dijo en exclusiva. "Estoy contento, no es fácil llegar a una institución y rápido dar resultados", agregó el jugador de 25 años.

A Memo la vida le dio la oportunidad de probar suerte en el Ascenso y no la desaprovechó al coronarse como el máximo artillero de la temporada 2017-18 por sus 25 goles con los Alebrijes. Eso le gustó a la directiva rayada, que no dudó en traerlo de regreso. Sin embargo, la afición dudó y costó convencerla. Es más, hasta hoy está en la mira.

El atacante entiende que el proceso para gustarle a todos tomará tiempo y que, lejos de preocuparle que el club busque a otro delantero en el extranjero, lo toma como una motivación.

"Estoy tranquilo, sé que la gente está desesperada porque quieren un referente de nombre, quieren resultados pronto. Espero convencerlos poco a poco y que me den la confianza para ver si podemos levantar el título", comentó el centrodelantero.

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Madrigal también es consciente que el club está buscando un 9, aunque no se desespera por eso: "Estoy tranquilo con eso, todos los años traen delanteros, todos los años cambian. No es algo que me mueve, sino al contrario, yo trato de trabajar mejor y ganarme el puesto como me lo he ganado".

Luis le marcó uno al Puebla y dos a Venados en la Copa, y también se estrenó en la Liga con su tanto al Morelia. Con esos cuatro pepinos, Memo es el que más ha rendido entre los de arriba, aprovechando la lesión de Rogelio Funes Mori, para ponérsela difícil al técnico Diego Alonso. Hora de pensarle. Porque Madrigal quiere romperla.

Fotografía: ONCE - Cristián Juárez