Miércoles 18 de junio de 2025

LOS ÁNGELES, EUA, (Enviado).- La última joya de la corona de la cantera albiazul llegó al Mundial de Clubes con la encomienda de consolidarse con un nuevo DT y con la promesa celestial de dar siempre lo mejor. Iker Fimbres considera que está listo para lo que viene, al menos así lo tiró en entrevista con ONCE Diario.

El joven de Hermosillo, Sonora realizó un repaso de lo que ha sido su ascenso meteórico en la Primera División. Portando el 37 (su primer dorsal de dos dígitos), reflexionó sobre las exigencias que le implica este paso en su carrera y lo que ha hecho para estar donde está.

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“La verdad si cambia mucho, más que nada porque la gente si te mete la presión, dependiendo del estadio, pero siento que desde chico me preparé para esos momentos importantes, hacer mi juego, sí lo he reflejado y no me ha podido el tema de la exigencia”, contó.

Con Tano no tenías tanto protagonismo, te lo dio la oportunidad y la aprovechaste, con Demichelis igual, ¿cómo manejas ese proceso?

“Eso te lo ganas en los entrenamientos, dando lo máximo, vas a llegar al partido y jugarás muy bien, la confianza del entrenador te la ganas en los entrenamientos, yo siempre doy todo para que ellos me den la confianza de poder jugar”.

TRES CABEZAS EN SERIE

Con apenas 20 años y sumando 40 partidos con los albiazules, Fimbres ya tuvo como mentores a Fernando Ortiz, Martín Demichelis y ahora, a Domènec Torrent. Al respecto, el centrocampista dejó en claro que el ex River lo marcó por la confianza que depositó en él. Un ejemplo: el Clásico vs. Tigres.

“Que tuviera confianza en mí es lo que me dejó el cuerpo técnico de Demichelis, que confiara en mí y así se iban a dar las cosas”, comentó.

¿Qué te has encontrado ahora con Doménec Torrent?

“Siento que es algo que todos teníamos, no te podría decir que es algo nuevo porque simplemente es tocar fácil, tener el balón, asociarnos mucho, jugar de cara, todo eso que siento que todos podemos hacer”.

Acompañando en el doble pivote, interior en el 4-3-3 o siendo interventor en todo el campo, el sonorense reveló el rol en el campo que le sienta mejor.

“Las dos me gustan, depende del partido, del equipo contra el que jugamos, me gusta sacar el balón, en el último tercio también manejarlo como algunos de mis compañeros, en las dos me siento muy cómodo. Si me dieras a elegir una, yo creo que orquestando el ataque”, puntualizó.

UN MUNDIAL CON RAYADOS

Habiéndose quedado en la banca en el debut contra Inter de Milán, esperará su oportunidad en el duelo más caliente del Grupo E: contra River Plate. Hay una motivación extra con la partida de su abuelo, por lo que buscará marcar diferencia en su honor y para su familia.

“Estoy tranquilo, al final todo esto que hago lo hacía y lo hago por ellos, por la gente que está contigo y con más motivación por la que ya no está, por la que se me acaba de ir, voy bien, tranquilo y quiero dar lo máximo por mi abuelo que ahorita ya no está, a dar todo por él”, aseguró.

Nos situamos en River, Inter de Milán y Urawa. Nicoló Barella, Nacho Fernández, Ryoma Watanabe, ¿cómo es enfrentar a ese tipo de nombres?

“Es más complicado porque no puedes tener el mismo protagonismo en ese tipo de partidos, también es saber llevar eso. En ese tipo de partidos, a esas intensidades, es tocar rápido, asociarnos como lo que nos pide el Profe, es tocar rápido y asociarse”

 Ojo, hay un partido que marcó su corta trayectoria: el Clásico Regio 129. Llegando al área a empujar una pelota en segunda línea y después, marcando un golazo al ángulo superior izquierdo de Nahuel Guzmán, el medio aseveró que cada que puede, echa a andar ese video por haber sido un día muy especial.

“Fue un momento muy bonito, siento que el mejor de lo que va de mi carrera, más que nada por el tipo de partido que era, un Clásico, mi familia ahí, muy bonito recordar eso. La verdad que veo otra vez de vez en cuando, muy repetidamente porque fue un día muy especial para mí, esa noche no pude ni dormir y así, muy bonito recordar esos momentos”, dijo.