

Toma nota
Los sprays de alivio tienen múltiples usos y se han vuelto imprescindibles para muchas situaciones. Conoce cómo y cuándo usarlo.
Por Redacción ONCE | FOTO: Especial
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Los sprays de alivio tienen múltiples usos y se han vuelto imprescindibles para muchas situaciones. Conoce cómo y cuándo usarlo.
Por Redacción ONCE | FOTO: Especial
Jueves 24 de julio de 2025
¿Para qué sirve un spray de alivio? Casos reales y recomendaciones
Los sprays de alivio se han convertido en un recurso imprescindible en botiquines caseros, mochilas de primeros auxilios y hasta en bolsos de maternidad. Prácticos, portátiles y de fácil aplicación, estos aerosoles tienen la particularidad de ofrecer una respuesta rápida y localizada ante diferentes molestias. Pero la clave para aprovechar su eficacia está en saber cuándo usarlos. Aunque muchos de estos productos pueden parecer similares, cada uno está formulado para abordar problemas específicos, y una aplicación incorrecta puede resultar ineficaz o incluso contraproducente.
Al hablar de sprays de alivio, nos referimos a productos diseñados para calmar molestias como picazón, ardor, dolor, inflamación, irritación o enrojecimiento. La mayoría contienen ingredientes activos que proporcionan frescura, adormecen la zona o crean una barrera protectora. Otros incluso combinan agentes analgésicos con propiedades antisépticas, lo que los hace útiles tanto para el dolor como para la prevención de infecciones superficiales.
Alivio inmediato tras quemaduras leves
Una de las situaciones más comunes donde estos sprays resultan útiles es ante quemaduras leves. Ya sea por contacto con una sartén caliente, una plancha o incluso por una exposición solar excesiva por olvidarnos de aplicar un protector solar como Supergoop, la piel puede inflamarse y doler de forma intensa. En estos casos, los aerosoles con aloe vera, lidocaína o mentol ofrecen un alivio refrescante. Además, su presentación en spray evita el contacto directo con la zona afectada, lo cual es importante para no aumentar el dolor ni comprometer la integridad de la piel.
En especial durante el verano, muchas personas recurren a este tipo de productos tras largas exposiciones al sol. Si bien el protector solar previene el daño, no siempre se aplica correctamente o con la frecuencia necesaria. Al presentarse enrojecimiento, ardor o sensación de calor, un spray post solar puede calmar y regenerar la piel rápidamente.
Cuidado postparto
El período postparto es otro escenario donde los sprays de alivio encuentran un papel clave. Las mujeres que han pasado por partos vaginales pueden presentar dolor, inflamación, escozor o sensibilidad extrema en la zona perineal. En esos casos, aplicar productos como Dermoplast formulados específicamente para ese tipo de recuperación puede ser crucial.
Además, este tipo de productos pueden usarse en combinación con compresas frías o baños de asiento, potenciando así su efecto calmante. Es importante seguir las indicaciones médicas en cuanto a frecuencia y duración de uso, ya que un abuso de anestésicos locales puede generar reacciones no deseadas.
Uso post-depilación o afeitado
Otra ocasión en la que aplicar un spray de alivio es recomendable, es después de la depilación o el afeitado. Estas prácticas, aunque cotidianas, provocan una agresión a la piel: los folículos se irritan, pueden aparecer pequeñas heridas o granitos, y en muchos casos se genera picazón o escozor. Los aerosoles con agua termal, caléndula, hamamelis o pantenol ayudan a calmar estas reacciones y a restaurar la barrera cutánea.
En especial en áreas sensibles como las axilas, el rostro o la zona del bikini, un spray de alivio puede marcar la diferencia entre una piel cómoda o un día entero de incomodidad. Además, al no necesitar frotarse, se evita empeorar la situación.
Sprays analgésicos para dolores musculares o articulares
Para quienes practican deporte de forma regular, o simplemente sufren de molestias recurrentes, los sprays analgésicos son aliados fundamentales. Contienen ingredientes como mentol, alcanfor o salicilato de metilo, que producen una sensación de frío o calor sobre la piel. Esto, a su vez, interrumpe la señal de dolor que viaja hacia el cerebro, ofreciendo una sensación de alivio casi inmediato.
Después de una caminata intensa, un día cargado de actividad física o incluso tras un esfuerzo mal calculado al mover muebles, estos productos pueden ayudar a calmar la rigidez y el malestar. Algunos sprays están especialmente formulados para tratar lesiones menores como torceduras, esguinces o distensiones musculares. Sin embargo, su uso no reemplaza la necesidad de consultar a un profesional si el dolor persiste o se agrava.
Picaduras de insectos y reacciones alérgicas leves
Las picaduras de insectos son una de las causas más comunes de incomodidad cutánea, especialmente en zonas tropicales o en temporadas de calor. La hinchazón, la picazón y el enrojecimiento pueden interferir con el descanso y afectar la calidad de vida. En estos casos, aplicar un spray de alivio con antihistamínicos o anestésicos locales puede calmar la zona en segundos.
También existen presentaciones que combinan propiedades antibacterianas para evitar infecciones al rascarse, lo cual es especialmente útil en niños pequeños. Algunos productos incluso incluyen óxido de zinc, que ayuda a secar y proteger la piel al mismo tiempo.
Raspones y heridas menores en niños
La infancia está llena de caídas, carreras, juegos al aire libre y rodillas raspadas. Para los padres, contar con un spray de alivio en el bolso puede ser una herramienta invaluable. En lugar de tener que aplicar cremas o ungüentos con las manos —lo que puede generar más resistencia por parte del niño—, el aerosol se aplica de forma rápida, indolora y muchas veces sin que el pequeño lo note.
Algunos productos están formulados especialmente para uso pediátrico, con agentes antisépticos que limpian la herida al mismo tiempo que alivian el escozor. Esto reduce el riesgo de infección sin necesidad de usar gasas o algodón que podrían generar más fricción.
Alivio en tatuajes recientes
Los tatuajes, aunque artísticos, son una agresión controlada a la piel. Durante las primeras horas o días, pueden arder, doler, picar o generar una sensación de tirantez. Si bien lo más común es aplicar cremas específicas, algunos estudios han comenzado a explorar el uso de aerosoles post-tatuaje con propiedades hidratantes y calmantes.
Estos productos, al evitar el roce, resultan especialmente útiles en tatuajes grandes, en áreas difíciles de alcanzar o en personas con piel reactiva. Algunos sprays incluso están diseñados para crear una película protectora sobre la piel, ayudando a mantener la zona limpia sin interferir con el proceso natural de cicatrización.
Consejos importantes al aplicar un spray de alivio
Más allá de saber cuándo utilizarlo, es clave tener en cuenta algunas precauciones. Primero, no debe aplicarse sobre heridas abiertas profundas, quemaduras de tercer grado ni zonas con sangrado activo. En esos casos, se requiere atención médica profesional.
Además, siempre conviene hacer una pequeña prueba en una zona no afectada antes del primer uso, sobre todo si el producto contiene anestésicos o fragancias. Algunos individuos pueden presentar reacciones alérgicas, especialmente en pieles sensibles o con antecedentes de dermatitis.
También es importante no inhalar directamente el aerosol ni aplicarlo cerca de ojos o mucosas. Si se usa en el rostro, se recomienda rociar en una gasa y luego aplicar con suavidad. Por último, aunque proporcionan un alivio eficaz, estos sprays no deben usarse por períodos prolongados sin supervisión médica, ya que pueden enmascarar síntomas más graves o generar irritación si se abusa de ellos.