

¿ERA MILLONARIA?
El futbol femenil atraviesa un momento histórico donde, los fichajes millonarios, dejaron en claro que dejó ser un proyecto y se convirtió en una realidad.
Por Betsy Hernández | FOTO: ONCE Diario
¿ERA MILLONARIA?
El futbol femenil atraviesa un momento histórico donde, los fichajes millonarios, dejaron en claro que dejó ser un proyecto y se convirtió en una realidad.
Por Betsy Hernández | FOTO: ONCE Diario
¿ERA MILLONARIA?
Viernes 05 de septiembre de 2025
El futbol femenil atraviesa un momento histórico. Lo que antes parecía lejano, hoy se vuelve cotidiano: fichajes millonarios, traspasos que rompen récords y una dinámica de mercado que empieza a asemejarse a lo vivido por el balompié varonil desde hace algunas décadas.
Apenas en julio pasado, el Arsenal dio un golpe sobre la mesa al invertir una cifra considerable para hacerse de los servicios de Olivia Smith, un movimiento que abrió la conversación sobre cuánto estaban dispuestos los clubes europeos a apostar por el talento femenino.
El fenómeno no se detuvo ahí. Hace unas semanas, Jacqueline Ovalle, una de las máximas figuras de Tigres Femenil y del balompié mexicano, dio el salto a la NWSL para unirse al Orlando Pride. Su fichaje, valuado en aproximadamente USD $1.5 millones de dólares, no solo representó un récord para la Liga MX, sino que además posicionó a la jugadora como el traspaso más caro en la historia del futbol femenil.
La noticia no tardó en propagarse internacionalmente. México había exportado a una de sus grandes estrellas por una cifra sin precedentes. Sin embargo, cuando parecía que ese listón tardaría en romperse, el mercado volvió a sacudirse con la transferencia de Alyssa Thompson al Chelsea y Grace Geyoro al London City Lionesses.
Estos movimientos reafirman lo inevitable, y es que el futbol femenil ya entró en la dinámica de fichajes multimillonarios. A este ritmo, los récords durarán cada vez menos. Lo que ayer parecía inalcanzable, mañana será apenas una referencia anecdótica en la evolución de este deporte.
Este crecimiento tan acelerado también plantea interrogantes. ¿Hasta qué punto el dinero será el motor principal del futbol femenil? ¿Qué tanto de este impulso económico viene acompañado de proyectos sólidos para el desarrollo de ligas locales y la formación de nuevas generaciones?
De poco servirán los millones en transferencias si la brecha entre clubes ricos y modestos se amplía a un nivel insostenible, repitiendo los mismos errores que aquejan al futbol varonil.
Pero, al mismo tiempo, este presente abre una ventana de esperanza inédita. Los fichajes millonarios son una señal inequívoca de que el futbol femenil ya dejó de ser un proyecto en desarrollo, al menos en numerosos países, para convertirse en una industria con identidad propia.
Cada traspaso récord es también un escaparate para nuevas generaciones de niñas que ahora pueden soñar con un futuro donde su talento no solo será reconocido, sino también valorado económicamente.
Si los clubes, federaciones y ligas saben acompañar este crecimiento con visión a largo plazo, lo que hoy parece una moda podría convertirse en el inicio de una era dorada que cambie para siempre la historia del deporte femenil.
X: bachi_hm1994