Al Club de Futbol Monterrey le importa, y mucho, que sus jugadores se sientan como en casa, incluso, estando en los entrenamientos y es por eso que hicieron de El Barrial lo más parecido a un hogar.

El equipo de ONCE se metió hasta el corazón del remodelado centro de prácticas de los Rayados que ha servido al club regiomontano desde abril del 2006, pero que fue renovado apenas en noviembre del 2017 para convertirse en un complejo funcional y moderno como pocos en México.

Trabajar, planear y hasta descansar en un terreno de 15 hectáreas es todo un lujo para los futbolistas y cuerpo técnico. Tiene su propio hotel, donde el plantel puede convivir literalmente alejado de la rutina en la ciudad, disfrutando de todos los beneficios de esta unidad deportiva de primer nivel como, por ejemplo, tener el propio comedor y alberca para el primer equipo.

Pero la remodelación de El Barrial no sólo benefició a los futbolistas del cuadro mayor, sino que muchos espacios se liberaron y otros se ampliaron para otorgarle más comodidad a las Fuerzas Básicas y a las jugadoras de la Femenil. En total son casi 5,000 metros cuadrado de construcción. Enorme.

Con todo y hotel

Para el primer equipo se construyó un auditorio para juntas internas que sirve, aparte, como sala de conferencias para los medios de comunicación, donde los jugadores tienen sesión de video privado.

Junto a ella se edificó una sala de estar para visitantes, donde los elementos pueden recibir a familiares y amigos estando en concentraciones.

Además, un hay cuarto especial dedicado a la relajación de los futbolistas, equipadas con hasta tres consolas de videojuegos y múltiples pantallas para que puedan pasar el tiempo libre.

Este pasillo nos lleva al comedor principal y a la cocina, en la cual se sigue la dieta del grupo de nutrición antes de cada partido que jueguen como locales.

La sala de estar en el hotel

A un costado está un comedor privado para los dirigentes, igualmente con una sala de estar donde se pueden analizar a detalle más aspectos apoyados en una pantalla.

Luego está la alberca y sus camastros para la relajación de los protagonistas, que pueden pasar a un lado por el asador para disfrutar de la carnita asada.

La remodelación termina en el hotel de dos pisos, que involucra 27 dormitorios con cama doble para los jugadores y uno más especial para el entrenador, que cuenta con un espacio más amplio, sillones y un pizarrón para hacer sus apuntes tácticos.

La nueva alberca del equipo

Casa Club modelo

Esta renovación en el club ayudó a que las Fuerzas Básicas tuvieran una mejor oportunidad de crecimiento, al contar con una Casa Club con capacidad cercana a 60 jóvenes, que duermen, juegan y hasta estudian mientras trabajan con el balón para cumplir su sueño.

La Casa Club, que antes estaba en El Cerrito, se divide en tres zonas que no conectan: las oficinas administrativas y sus salas de juntas, la enfermería y los espacios para los chavos de Fuerzas Básicas.

Ellos tienen sus propios dormitorios, baños, vestidores, cuarto de cómputo para que hagan sus tareas y hasta cuarto de juegos, donde tienen tenis de mesa, billar y futbolito, además de su propia sala para visitantes.

El comedor principal.

Chicas tienen su espacio

Por último, con la implementación de la Liga MX Femenil, a las mujeres también se les dio su propio espacio a un lado, por la segunda entrada al terreno, que además de tener estacionamiento que comparten con las Básicas, tienen sus propios vestidores.

A las jugadoras se les integró un espacio que usan antes y después de cada entrenamiento y partido, con casilleros propios y hasta su propio cuarto de enfermería, además de un gimnasio en el que coinciden con los jóvenes.

Ya son seis canchas

Esta remodelación duró cerca de un año y medio, contando las dos canchas nuevas y una tercera de pasto artificial, siendo en total seis con las que ya estaban.

De hecho, por la primera zona, se construyó un estacionamiento subterráneo y se instalaron luminarias en la Cancha 1 para poder realizar prácticas nocturnas, algo que no se podía en años anteriores.

Es así como El Barrial pasó de ser un centro de entrenamiento a un moderno espacio que ayudará a los jugadores, jugadoras y nuevos talentos a trabajar de una forma ideal para cumplir sus objetivos.

Fotografías: Cristian Juárez y Adrián Maldonado | ONCE