Martes 09 de septiembre de 2025

La Selección Mexicana afrontó su compromiso amistoso ante Corea del Sur con una marcada presencia de jugadores provenientes de equipos regiomontanos, demostrando el peso que tienen Tigres y Rayados en la actualidad del futbol mexicano.

Desde el once inicial, dos elementos ligados a la Sultana del Norte aparecieron de arranque: Juan José Sánchez Purata, defensor de Tigres, y Germán Berterame, atacante de Rayados.

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Purata tuvo con un papel importante en la defensa, mostrándose firme en los duelos aéreos y atento en las coberturas, especialmente durante la segunda mitad, cuando Corea del Sur intentó aprovechar la velocidad y agresividad de sus atacantes, lo que le valió para permanecer en la cancha durante todo el compromiso.

Sin embargo, es una realidad que, por momentos, la defensa tricolor cedió ante la potencia de los rivales, mostrándose sobrepasada, permitiendo que el peligro llegara a la puerta del arquero Raúl Rangel.

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Por su parte, Berterame arrancó como referente ofensivo, acompañando a Raúl Jiménez en la delantera. El atacante de Rayados se mostró participativo en la generación de espacios y colaboró en la presión alta durante el primer tiempo, aunque tuvo pocas oportunidades claras frente al arco rival. Su labor terminó al descanso, cuando fue sustituido como parte de los ajustes tácticos que realizó Javier Aguirre.

En su lugar ingresó Diego Lainez, quien entró para disputar toda la segunda mitad. El futbolista de Tigres intentó aportar dinamismo por las bandas y fue protagonista de algunas jugadas de desborde, aunque no siempre encontró la conexión deseada con sus compañeros. Aun así, su movilidad y atrevimiento le dieron frescura al ataque mexicano.

Con estas participaciones, Aguirre confirmó la influencia de Tigres y Rayados en el presente del Tri, aportando futbolistas que siguen sumando minutos en el plano internacional.