UN CHICO NORMAL
Anthony Martial nunca perdió contacto con sus orígenes en Les Ulis, Francia, pese el salto al estrellato mundial.
Por Gilberto Galván | FOTO: Redes sociales
UN CHICO NORMAL
Anthony Martial nunca perdió contacto con sus orígenes en Les Ulis, Francia, pese el salto al estrellato mundial.
Por Gilberto Galván | FOTO: Redes sociales
Jueves 18 de septiembre de 2025
Anthony Martial siempre estuvo ligado a transferencias cuantiosas desde que su carrera comenzó, cuando pasó al Mónaco y después con el Manchester United. Sin embargo, el francés nunca dejó de ser el chico que creció en Les Ulis, Essone, Francia.
Aunque muchos podrían pensar que la fama nublaría su mirada, el jugador de 29 años regresa al lugar de sus orígenes siempre que puede, a pesar de que su familia nuclear ya no vive en los suburbios de la capital parisina.
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Comiendo napolitanas (pan hecho con hojaldre relleno de chocolate o crema pastelera) con sus antiguos vecinos, como lo hacía antaño, y visitando los lugares de comida rápida que frecuentaba en su niñez, sus amigos de la infancia mencionan que al barrio siempre regresa Anthony, no Martial, según le declararon a AFP.
Cercano con sus orígenes, Toto (como le apodan) tiene una conexión especial con CO Les Ulis Football, el club de su infancia. En el despacho principal de la escuadra francesa, la playera usada por Anthony en su paso con el United comparte la estancia a la par de la de jugadores como Patrice Evra, Thierry Henry, su hermano Johan Martial, entre otros.
Además de su presencia que representa motivación para los infantes del club, también Martial tiene detalles para con ellos. El 15 de abril del 2018 invitó a dos juveniles de Les Ulis a ver un partido en Old Trafford, cuando aún era parte del Manchester United. Antes había entrenado a un grupo de niños de los Red Devils para enfrentar a un combinado de la localidad francesa liderado por el propio Patrice Evra, en un evento benéfico.
También algunas puestas a punto antes de reportar en pretemporada con los mancunianos se dieron en la cancha que le vio meter múltiples goles en su infancia, mismos que lo hacían verse diferente al resto, tanto en convocatorias como el ‘permiso’ de jugadores más grandes de edad que él para jugar, mientras Baptiste Tenin y Amine Ratel (sus amigos) se apartaban con respeto.
A pesar de que movió millones en el mundo del futbol, para la comunidad de Les Ulis siempre volverá Toto en lugar de Martial, el chico tímido de los suburbios franceses

