

EL PESO DORADO DE AITANA
Aitana Bonmatí hizo historia en el futbol al convertirse en la primera futbolista en conquistar el Balón de Oro en tres temporadas consecutivas.
Por Betsy Hernández | FOTO: ONCE Diario
EL PESO DORADO DE AITANA
Aitana Bonmatí hizo historia en el futbol al convertirse en la primera futbolista en conquistar el Balón de Oro en tres temporadas consecutivas.
Por Betsy Hernández | FOTO: ONCE Diario
EL PESO DORADO DE AITANA
Lunes 22 de septiembre de 2025
La gala del Balón de Oro 2025 volvió a poner a Aitana Bonmatí en lo más alto del futbol mundial. Con su tercer galardón consecutivo, la mediocampista del Barcelona y de España hizo historia al convertirse en la primera mujer en conseguir semejante hazaña. Un logro monumental que inevitablemente abre debate: ¿estamos ante una dominadora legítima o frente a una narrativa que se ha vuelto inamovible?
Como cada año, las reacciones no se hicieron esperar. Hay quienes sostienen que la temporada de Bonmatí no fue tan brillante como la de otras figuras, entre ellas Mariona Caldentey o Alessia Russo, quienes ofrecieron rendimientos notables y consistentes en distintos torneos. Para muchos, la elección del jurado parece más un reflejo de la inercia mediática que un reconocimiento a la regularidad absoluta.
Sin embargo, sería un error minimizar lo que Bonmatí representa sobre el terreno de juego. Su capacidad para dictar el ritmo desde el mediocampo, para conectar líneas y generar desequilibrio en partidos de alta tensión, la convierten en un perfil escaso y determinante.
El Barcelona Femenil y España no solo la disfrutan, sino que dependen de ella en los momentos clave. Es ahí donde se construye su grandeza, más allá de los números.
La polémica también abre un ángulo interesante, pues el futbol femenil está alcanzando un nivel competitivo tan alto que ya no existe una hegemonía indiscutible. Que surjan nombres como Caldentey o Russo en la discusión habla de la diversidad de talentos que crecen a nivel internacional. La crítica hacia Bonmatí no debería entenderse como rechazo, sino como el reflejo de un entorno más exigente, menos dispuesto a aceptar unanimidades.
Aitana, por su parte, parece entender que la presión y el cuestionamiento forman parte de su entorno. Su carácter competitivo y su consistencia en los escenarios más duros han cimentado su imagen como referente mundial. Ella no solo juega, sino que lidera; no solo recibe reconocimientos, sino que impone estándares. Esa es la razón por la que, aun entre voces discordantes, vuelve a aparecer con el Balón en la mano.
Al final, la discusión sobre si lo merecía más o menos que otras futbolistas queda abierta. Lo innegable es que Aitana Bonmatí ya es un símbolo. Es una jugadora que, con tres Balones de Oro consecutivos, se ha inscrito en la eternidad. La crítica puede debatir su temporada, pero la historia ya la ha colocado en un pedestal que será difícil de alcanzar.
X: bachi_hm1994