Domingo 19 de octubre de 2025

El Tri Femenil sostendrá un par de partidos amistosos ante Nueva Zelanda, lo que representará su última prueba antes del torneo eliminatorio de Concacaf rumbo al Mundial de Brasil 2027. Además, son una oportunidad clave para que el conjunto dirigido por Pedro López afine detalles frente a un rival con amplia trayectoria en el panorama internacional.

Nueva Zelanda, la selección con mayor constancia en el futbol de Oceanía, tiene presencia habitual en grandes torneos. Participó en seis Copas del Mundo consecutivas, desde China 2007 hasta Australia-Nueva Zelanda 2023, además de ser un invitado frecuente en los Juegos Olímpicos, donde compitió en cuatro ediciones.

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La experiencia y disciplina táctica del equipo dirigido por Michael Mayne lo convierten en un rival de enorme valor para medir el nivel del cuadro mexicano.

A diferencia de otras selecciones que destacan por su técnica individual, Nueva Zelanda basa su juego en la solidez defensiva, la intensidad física y la coordinación colectiva. Su estilo es ordenado, con líneas compactas y transiciones rápidas que pueden complicar a cualquier rival.

Así lo demostraron en los últimos dos amistosos que disputaron en junio ante Venezuela. Aunque cayeron en el primero por 3-1, aprendieron de varios errores para el segundo duelo que ganaron por 2-1, ambos partidos jugados en Marbella, España.

Para México, enfrentarse a un conjunto de estas características servirá como un ensayo de alto nivel, especialmente considerando los retos que enfrentará en el clasificatorio de Concacaf. Pedro López ha insistido en que su equipo debe mantener la posesión del balón y mejorar la definición en el último tercio, aspectos que podrá poner a prueba frente a una selección que exige concentración y precisión durante los 90 minutos.

Estos amistosos no solo serán importantes desde lo deportivo, sino también en lo anímico. México llega en una etapa de crecimiento, con una base sólida de futbolistas que militan en la Liga MX Femenil y un proyecto que apunta a consolidarse internacionalmente.

Enfrentar a Nueva Zelanda permitirá medir los avances del equipo tricolor y, al mismo tiempo, mostrar al público mexicano la relevancia de competir ante escuadras que, como el próximo rival, saben mantenerse vigentes en la élite del futbol mundial.