Viernes 21 de noviembre de 2025

La Final de Ida ante América dejó varios puntos a considerar respecto al rendimiento de Tigres Femenil. El empate generó una sensación positiva rumbo al cierre en el Estadio Universitario, pero la forma en la que el equipo regiomontano se presentó obliga a que Pedro Losa ajuste mejor su estrategia para la Vuelta.

La primera gran señal de alerta apareció en el bloque defensivo. Tigres tuvo uno de sus compromisos más flojos en este rubro durante todo el torneo. Destacaron errores puntuales que derivaron en dos penales en contra en apenas unos minutos, reflejando una fragilidad inesperada para una Final.

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En ataque, tampoco fue una noche destacada para sus referentes. Diana Ordóñez y Jennifer Hermoso estuvieron lejos del poderío mostrado en la Fase Regular y firmaron uno de sus partidos más discretos. Tigres conectó muy poco de ellas y resintió su limitada influencia en momentos clave.

Por otro lado, el conjunto felino encontró una vía de reacción a partir de los cambios. La entrada de Stephany Mayor, Alexia Delgado, Jheniffer Cordinali y Thembi Kgatlana transformó por completo la dinámica del equipo. La futbolista sudafricana cargó con la responsabilidad de marcar diferencias: su velocidad, destreza y capacidad para generar peligro le dieron a Tigres una profundidad que no tuvo en toda la primera mitad. Gracias a ese impulso, las visitantes estuvieron muy cerca de llevarse la victoria.

El mayor acierto de Pedro Losa fue provocar ese cambio de actitud y activar la capacidad de respuesta que caracteriza a su plantilla. Tigres demostró que, incluso en un escenario adverso, tiene las herramientas para modificar el rumbo del partido.

Con el empate, las de San Nicolás regresan a casa con un panorama favorable, pero también con tareas claras por resolver si quieren cerrar el Apertura 2025 levantando el título ante su gente.