Lunes 24 de noviembre de 2025

Tigres Femenil volvió a ganar un título de Liga y, detrás de ese logro, aparece la mano de Pedro Losa. El entrenador español, en apenas su segundo torneo al frente del equipo, llevó al club a un campeonato que refleja su método, su liderazgo y la forma en la que logró reconectar al grupo con una idea clara de competir.

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Para enfrentar el Apertura 2025, Losa se reforzó con nuevas incorporaciones, pero no buscó romper la identidad del equipo. Su intención fue afinarla, hacerla más disciplinada y consistente ante cualquier circunstancia, buena o mala. El resultado fue un torneo donde solo cayó una vez, una muestra evidente de la regularidad que trabajó desde el primer día.

Ese día uno es importante para entender su discurso y su forma de trabajo. Como él mismo explicó tras ganar el campeonato, un entrenador puede llegar contando su historia, “como una película”, pero con el tiempo “las palabras van seguidas de actos”. Esa coherencia entre lo que dice y lo que hace fue uno de los sellos que fortaleció al vestidor y dio credibilidad a su proyecto.

El estratega felino tomó los elementos que ya tenía y de gran jerarquía dentro de la institución felina, y sumó nuevas armas para ayudar a hacer de este Apertura 2025 una de las mejores campañas del club. De las máximas fortalezas, la constancia, esa que se vio reflejada jornada tras jornada, con goleadas y formando una barrera ofensiva difícil de atravesar por sus adversarios.

La serie Final terminó de reflejar lo que este director técnico construyó. En la Ida, su lectura del partido fue determinante. Ante la adversidad y las circunstancias en contra, ajustó presiones, movió piezas para recuperar el control y empujó, junto con sus jugadoras, a buscar la remontada con carácter. 

En la Vuelta, su plan fue claro: un equipo paciente, concentrado y firme en su estructura, ejecutando una estrategia diseñada para controlar los ritmos del partido.

Con el título consumado, Losa no se contuvo y abrazó a cada una de sus jugadoras, al cuerpo técnico y a todos los elementos que fueron parte del recorrido, sabiendo que este proceso atravesó críticas y desconfianza, incluso de la propia afición, pero también entendiendo que ese mismo proyecto, hoy consolidado, terminó por convertirse en el mejor de México.