Miércoles 03 de diciembre de 2025

Tigres selló su pase a la siguiente fase de la campaña con una estructura sólida y un rendimiento muy parejo en todas sus líneas. Dentro de ese funcionamiento hay dos nombres que sobresalen por su impacto inmediato: Ángel Correa y Marco Farfán. Ambos jugadores vivirán su primera Semifinal vistiendo la camiseta auriazul, y lo hacen después de un torneo en el que se volvieron indispensables.

Correa, en la parte alta, y Farfán, desde la zona defensiva, representan dos realidades distintas del campo, pero con algo en común: su rendimiento fue sólido, competitivo y constante.

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El delantero argentino aportó soluciones ofensivas desde sus primeros partidos con el equipo, mientras que el defensa se consolidó como un elemento muy confiable en la última línea, reflejado en la confianza que Guido Pizarro le otorgó a lo largo del torneo.

El desempeño de estos refuerzos para el Apertura 2025 fue clave. Tigres terminó la Fase Regular como la segunda mejor ofensiva y la mejor defensiva del torneo, un equilibrio que no se entiende sin el aporte de ambos.

Correa sumó presencia, movilidad y gol; Farfán aportó orden, recuperación y lectura defensiva. Dos posiciones distintas y una misma conclusión: llegaron para marcar diferencia.

Ahora, con la Semifinal en puerta, ambos tienen frente a sí su primer gran reto como auriazules, respaldados no solo por lo que cosecharon individualmente, sino también por el sólido trabajo colectivo del plantel.