Lunes 15 de diciembre de 2025

Tigres se quedó muy cerca de levantar su noveno título de Liga MX tras una campaña en la que mostró aspectos positivos y recuperó la confianza e ilusión de la afición felina. Aunque el conjunto universitario supo competir firmemente ante una escuadra tan dominante como Toluca, ciertos detalles no estuvieron del todo finos y terminaron por pesar en el objetivo final del equipo dirigido por Guido Pizarro.

Uno de los puntos más evidentes fue que algunas de las piezas que se perfilaban para marcar diferencia no tuvieron su noche en el momento clave. El caso más representativo fue el de Juan Brunetta, quien a diferencia de lo mostrado durante la temporada regular, no logró aparecer en el instante cumbre para generar ese desequilibrio que tantas veces fue determinante a lo largo del torneo.

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Asimismo, quedó la sensación de que faltó ese aporte de experiencia en instancias decisivas por parte de algunos jugadores veteranos, particularmente en la tanda de penales.

Tigres suele partir con ventaja en ese escenario, no solo por contar con futbolistas acostumbrados a este tipo de presión, sino también por tener en sus filas a uno de los mejores atajadores del futbol mexicano: Nahuel Guzmán. Sin embargo, el arquero argentino tuvo poca relevancia en la tanda y, además, erró uno de los disparos desde los once pasos, al igual que Nicolás Ibáñez y Ángel Correa.

No es que a Tigres le haya faltado carácter o talento —ambos estuvieron presentes—, sino mayor precisión en los momentos determinantes y una ejecución más fina cuando el margen de error era mínimo. En una Final tan cerrada, los pequeños detalles marcan la diferencia, y esta vez no estuvieron del lado felino, que se quedó a un paso de la gloria.