Jueves 18 de diciembre de 2025

André-Pierre Gignac volvió a llegar con Tigres donde estuvo durante una década: en una Final. El Apertura 2025 lo colocó, una vez más, como titular ante Toluca, aunque esta vez el desenlace no fue como en otras ocasiones. La caída en la serie no solo significó perder el título, sino que abrió un escenario distinto alrededor del delantero francés.

En lo futbolístico, Gignac volvió a aparecer en una jugada clave. El único gol de Tigres en la Final de Vuelta nació de un tiro libre ejecutado por él, mismo que Fernando Gorriarán desvió para vencer al arquero escarlata. No fue un detalle menor: incluso sin anotar, el francés volvió a incidir en el marcador en el momento de mayor exigencia.

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Su importancia, sin embargo, va más allá de una acción puntual. El histórico dorsal 10 sigue siendo una referencia dentro del campo y en el vestidor, un futbolista que entiende las Finales y la presión que las rodea. Su sola presencia condiciona al rival y ordena a su equipo, aún cuando el físico y el contexto ya no son los mismos de años anteriores.

El factor tiempo es inevitable. Al delantero le restan seis meses de contrato, es decir, un solo torneo más con Tigres. El calendario marcará un semestre intenso, con el Clausura 2026 y la Concacaf Champions Cup cruzándose a partir de febrero, lo que abre la posibilidad de una última revancha en dos frentes distintos.

Con cinco títulos de Liga MX en su historial (Apertura 2015, Apertura 2016, Apertura 2017, Clausura 2019 y Clausura 2023) y un papel protagónico en aquella Final Regia que quedó grabada en la memoria del club, el delantero francés ya ocupa un sitio privilegiado en la historia felina.

La Final del Apertura 2025 no cerró un ciclo, pero sí lo puso bajo la lupa. El conjunto universitario cayó, el contrato entra en su tramo final y el margen se acorta. La pregunta no es solo si habrá una última Final, sino si Gignac tendrá aún una última oportunidad de despedirse levantando un trofeo.