El Clásico Regiomontano despierta pasiones dentro y fuera de la cancha

Las barras y los jugadores de Tigres y Rayados se han envuelto grandes broncas a lo largo de la historia del derbi regio, sin embargo, en los últimos Clásicos Regios, las cosas parecen irse tranquilizando de parte de ambos sectores de la afición gracias a que los protagonistas en el campo no han llevado su rivalidad deportiva más allá de una protesta o un acto de violencia.

Consulta las estadísticas del Apertura 2018 en la Liga MX

Te presentamos los Clásicos que han empañado la gran fiesta del futbol regiomontano.

Rojas para regalar; el 4-0

Un 23 de agosto de 1975 se llevó a cabo en el Universitario el primer partido amistoso contra Rayados y el tercer encuentro entre ambos, siendo ganado 4-0 por Monterrey.

Después del tercer gol albiazul, Washington Olivera protagonizó una bronca contra Luis Montoya, mismo que le respondió con golpes, a lo que los demás jugadores se incluyeron en la pelea, logrando que el árbitro Enrique Mendoza Guillén se animara a sacar la roja, despidiendo hasta al DT felino del campo.

Los expulsados en ese entonces fueron Montoya por parte de Monterrey; Olivera, Claudio Lostanau y hasta a su auxiliar Dagoberto Fontes por parte de Tigres, perdiendo de esta manera no nada más en expulsiones, sino también en el marcador con una goleada. ¿Partido amistoso?

El Clásico de la Vergüenza

Un encuentro amistoso organizado por el PRI se llevó a cabo entre los equipos norteños el 1 de mayo de 1985, mismo que ni siquiera pudo pasar del minuto 7, gracias a la riña que se originó entre los jugadores de Tigres y Rayados, tras la agresión de Raúl Arias sobre Vilson Tadei en una jugada.

Como respuesta a lo primero, el resto de los jugadores comenzaron a corretearse dentro de la cancha por lo que el técnico rayado Francisco Avilán optó por retirar a su equipo del campo.

Posteriormente Ramiro Casillas, árbitro central, dio por finalizado el partido con un total de seis minutos y cero goles.

El abandono del Monterrey

Ya en juego oficial dentro del estadio Tecnológico se disputó el clásico 31 (21 de marzo de 1987) donde Francisco Sánchez, debutante en ese entonces en Clásicos Regios, golpeó a Francisco Javier Cruz mientras se dirigían al vestidos después de ser expulsados del partido.

Inmediatamente, varios jugadores albiazules siguieron a Sánchez, quien ya había llegado a los vestidores, sin embargo, fue golpeado ya adentro de éstos; incluso el partido fue detenido para que los jugadores volvieran al campo, pero al no regresar el árbitro central Marco Antonio Dorantes dio por finalizado el encuentro por abandono de cancha por parte de Rayados.

El marcador en ese entonces continuaba 2-1, sin embargo, como el reglamento evaluaba los abandonos de cancha, el marcador quedó finalmente en un 2-0.

"Son gajes del oficio, no tenemos nada que alegar", aclaró al finalizar el encuentro Carlos Miloc, DT felino.

Regresan el trofeo

En un encuentro amistoso entre Tigres y Rayados el 7 de agosto de 1993 en el estadio Tecnológico, la violencia volvió a las canchas, después de una falta evidente por parte del felino Toqui Castañeda a Edgar Plascencia, por lo que Richard Tavares empujó a Castañeda, armándose la bronca entre los jugadores cercanos, incluso con el mismo Plascencia que se acercó al disparate cojeando gracias a la falta previa.

El marcador se encontraba en 3-3, un encuentro entretenido sin un ganador evidente, aunque cabe mencionar que el arbitraje por parte de Humberto Sierra fue pésimo, mismo que culminó el encuentro a 15 minutos del final, no sin antes haber expulsado a José Antonio Noriega y Rubén Ruiz Díaz, de los Rayados, y Alejandro Hisis de Tigres.

En dicho clásico llamado Clásico de la Amistad, se disputaba un trofeo llamado Copa Gobernador, misma que regaló el gobierno del estado, sin embargo, fue regresada a petición de ambas directivas.

Barra del miedo

Ahora, la hinchada regia protagonizó el episodio del clásico 112, pues Tigres superó a Rayados con un 6-1 global, donde se disputaban los cuartos de final, sin embargo, un montón de aficionados albiazules se dedicó a perjudicar a los visitantes, golpeándolos brutalmente.

Ricardo Ferretti por su parte apuntó hacia la mala seguridad que se presentó aquella noche en el BBVA, un hecho que fue visto en todo México, un acto de violencia brutal.

Fotografía: Tomada de video