LAS VEGAS.- Piñas, golpes y acción adentro. Pero el combate siguió afuera con un escándalo que recorre el mundo. El UFC 229 entre Khabib Nurmagomedov y Conor McGregor tuvo momentos deportivos y plenos de los que significa el Ultimate Fighting Championship, pero se empañó con un final vergonzoso desde todo punto de vista.

Se hablará mucho más de lo que pasó luego de la sumisión por parte de Khabib a McGregor que de la pelea en sí. Es que luego de la llave y el abandono del irlandés, el ruso siguió insultando al rival y saltó del octágono para pelearse con el equipo de McGregor, con los que intercambió varios golpes. Conor se quedó en la zona de combate y también recibió, ya que algunos aficionados saltaron desde la tribuna para pegarle al showman nacido en Dublín.

Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir y primero separar a Nurmagomedov. También tuvieron trabajo dentro del octágono, con los que se metieron desde afuera. Finalmente, luego de algunos momentos de mucho nerviosismo y mucho enojo, debieron sacar a los luchadores escoltados.

Dana White, presidente de UFC, se mostró muy molesto con la situación y no dejó que Khabib pueda llevarse su cinturón de campeón, el que defendió en el ring, pero que puede perder por su violenta reacción.

Durante la pelea el ruso fue mucho más que McGregor, al que dominó en en los tres de los cinco asaltos pactados. En el tercero logró la llave al cuello que dejó sin chances a un irlandés muy golpeado, y siempre a la defensiva, más allá de su show en las conferencias previas y en la entrada al T-Mobile de Las Vegas.

El ruso estiró su estadística a 27 peleas ganadas, sin conocer la derrota. Invicto. "Denme el cinturón y luego me llevan preso", pidió. Pero no fue así.

Fotografía: AP