La época de Diego Alonso al frente del Monterrey no pudo comenzar con un título, pero al menos fue protagonista en cada torneo que disputó.

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El entrenador uruguayo tomó el lugar del argentino Antonio Mohamed y el plantel se reforzó con jugadores competitivos como Jesús Gallardo, que tuvo el Mundial, Rodolfo Pizarro y Marcelo Barovero, además del goleador del Ascenso, Luis Madrigal.

En su primer intento perdieron la Supercopa MX contra Necaxa, por 1-0, cayendo en su estreno en un partido oficial. Su carta de presentación era buena, pero las críticas nunca pararon dando lugar a distintos problemas con los que tuvo que cargar en todo el semestre.

LA LIGA

Logró 30 puntos producto de nueve triunfos, tres empates y cinco derrotas, metiéndose a la Liguilla en el quinto lugar y cayendo en Semifinales contra Cruz Azul por posición en la tabla, tras el 1-1 global.

LA COPA

Llegó hasta la Final y la perdió precisamente contra La Máquina por 2-0, causando la molestia de la afición por ser en el Estadio BBVA.

A lo largo de todo el certamen sólo perdió ese partido, logrando dos victorias sobre Venados, un triunfo y una igualada ante Puebla, ganando a Zacatepec y Querétaro y empatando contra Pachuca, pero superándolos por penales, siendo terceros de la tabla general.

LOS JÓVENES

Alonso fue el entrenador que más jóvenes debutó en el máximo circuito al darle minutos a los canteranos Daniel Lajud, Carlos Rodríguez, José Alvarado y Axel Grijalva, además de los refuerzos Johan Vásquez y Edson Gutiérrez.

De ellos sólo Lajud y Rodríguez pudieron ser constantes y de cierto modo necesarios, ya que el primero fue el goleador de la Copa (4) y el segundo terminó quitándole el lugar a Jonathan González en el ONCE titular.

LAS LESIONES

En todo el semestre el cuento de nunca acabar fue el de las lesiones de los futbolistas, que en el saldo final dejó a 16 jugadores lastimados. Al final el equipo se supo reponer de este problema y llegó más lejos de lo que muchos apostaban.

Los lesionados fueron Dorlan Pabón, Leonel Vangioni, Alfonso González, Edson Gutiérrez, Nicolás Sánchez, Jesús Gallardo, Jonathan Urretaviscaya, Avilés Hurtado, José Basanta, César Montes, Jonathan González, Jesús Molina, Celso Ortiz, Stefan Medina (dos veces), Rodolfo Pizarro (tres veces) y Rogelio Funes Mori (tres veces).

LAS ASISTENCIAS

Otro de los temas que dieron mucho de qué hablar fue la tendencia de los aficionados a dejar de asistir al Estadio BBVA en los partidos del equipo ya que se pronunciaron las más bajas en la historia del inmueble.

En Liguilla, por ejemplo, recibieron a Santos en la Ida de los Cuartos de Final y sólo entraron 24 mil 723, que, aunque es una cifra alta para muchos otros clubes, para Monterrey representó el número más bajo a un choque de Primera División en el Gigante.

El más alto en Liga fue de 42 mil 288 contra Querétaro, siguiendo en ese orden Pumas (40,268), Morelia (40,129), Chivas (37,802), Tijuana (32,597), Cruz Azul (36,721), Atlas (31,758), Toluca (29,444), Veracruz (28,482) y Santos. En Copa el más bajo fue ante Venados (16,681), también el número más flojo para este torneo.

LOS APLAUSOS

No todo fue malo para el técnico y su plantilla, incluso hasta para destacar fue el cambio de actitud que generó en su afición porque comenzaron con abucheos y terminaron con aplausos.

Las olas, las guerras de porras y la conexión con los jugadores fueron temas que no pasaron a plano menor, especialmente por haber superado la etapa de los reproches, especialmente a Avilés Hurtado, Jonathan Urretaviscaya y Dorlan Pabón por mencionar algunos.

El trago ríspido que dejó el Apertura 2018 fue mayormente de una lección, pero, sobre todo, de una mejoría notoria a la que tuvo el club en el torneo pasado con el Turco.

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Fotografía: Mexsport