La necesidad de proteger la privacidad del Monterrey cada vez es mayor.

Este martes, ya se pudieron observar unos nuevos jardines verticales, que colocaron en el perímetro de la cancha 3 en El Barrial, para hacer más herméticos los entrenamientos del primer equipo.

Las piezas llegaron el lunes por la mañana al complejo en Santiago y fueron colocadas por la tarde, comenzando sobre una esquina donde concluye el hotel donde se concentran los jugadores, con el objetivo de evitar visibilidad desde la calle principal.

Desde el torneo pasado, la misión del entrenador Diego Alonso ha sido precisamente obstaculizar el acceso que fotógrafos y reporteros tenían hacia los campos de juego, por lo que desde el 13 de septiembre colgaron mantas en los portones de acceso.

Posteriormente, modificaron la herrería del portón para retirar una lona, pero colgaron más a unos 200 metros, antes de llegar al segundo estacionamiento, área por donde precisamente ahora tapan los jardines.

Alonso ha sido muy precavido en su intento por no permitir que se filtren las alineaciones además de situaciones comunes en las prácticas como un regaño, por ejemplo, logrando hacer de su casa un búnker rayado.

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Foto: Adrián Maldonado | ONCE Diario