DOMINGO 12 MAYO, 2024
Rayados

"Le gané a mi cabeza"

Cherokee Pérez reveló que vivió "depresión y ansiedad" en su paso por Rayados, y analizó dejar todo. Hoy, recuperado, verá a sus ex frente a frente.
Por
Adrián Maldonado _ 21/09/2019

Viernes 20 de septiembre de 2019

Fama, dinero, amigos. A la vista de la gente el Cherokee lo tenía todo, pero en su interior y sus tardes en casa sin compañía, Sergio Pérez no tenía nada. De ser futbolista profesional y vivir el sueño que construyó desde niño, hasta caer en sus propios miedos. La depresión lo consumió a tal grado que en la plenitud de su carrera pensó en renunciar a las canchas... Y algo más. "Le gané a mi cabeza", le contó a ONCE, revelando una batalla del pasado, y también mirando a lo que viene: Rayados y Puebla, sus exs clubes, frente a frente por la décima fecha del Apertura, desde las 17:00.

Hincha del Puebla desde pequeño, pero consciente de que su mejor etapa como jugador la tuvo en Monterrey, el ex lateral derecho que llegó a la Sultana del Norte con el cabello teñido de blanco y una rebeldía sincera de cualquier jóven de 23 años. Ahora disfruta de una vida plena.

A sus 32 se encarga de formar jóvenes bajo la regla de edificar la madurez mediante ayuda psicológica, y lo hace desde Londres, donde ya tiene licencia europea para entrenar. El camino fue espinoso, trabado y rodeado de olas de incertidumbre sobre lo que pretendía su mente y corazón cuando mejor le iba.

Nadie sabía lo que sentía hasta que un día habló con Carlos Barra, entonces auxiliar técnico de Víctor Manuel Vucetich y, entre un duelo personal, confesó que quería regresar a casa totalmente decidido de abandonar no sólo la titularidad que tenía en Rayados, sino el momento cumbre de su carrera que incluso lo llevó hasta la Selección Mexicana y también a jugar un Mundial de Clubes (2012).

"En Monterrey pasé episodios de ansiedad, fue la primera vez que lo sentí. Éramos un equipo muy bueno y nos iba bien, pero tras bambalinas yo Sergio Pérez, no Cherokee, no el que juega futbol, viví ciertos momentos depresivos por cosas que me pasaron fuera del futbol", contó a ONCE, vía telefónica.

¿Qué pasó?

"Al final tienes 23 años y no sabes cómo manejarlos. En el futbol al final los jugadores es como: '¡Uy, el jugador, tiene dinero, tiene fama, es exitoso, es un chingón!', pero yo tristemente jugaba. Tuve episodios muy amargos en mi vida que no supe controlar. Me arrepiento de no haber pedido ayuda, haber hablado con el club y decirle 'algo me pasa, psicológicamente algo está fallando dentro de mí'".

¿Nunca te desahogaste con alguien?

"Primero platiqué con el profe Barra y nunca se me va a olvidar. Me dijo 'estás loco, te va muy bien, estás en un gran equipo, haces lo que te gusta'. Cuando uno su mente no está en el lugar que debe estar, todo lo ves mal. Me platicó mucho de cómo llegó a la idea de que me compraran del Puebla, cómo vieron mis partidos y qué vieron en mí para que yo llegara al Monterrey. Vucetich es una eminencia de persona, te habla con la verdad y tiene unos valores que no tiene nadie en el futbol. Le dije que quería regresar a Puebla, que me diera una semana para poder pensarlo bien, pero que no me importaba el tema del contrato y que si tenía que dejar de jugar futbol, pues la verdad es que no me importaba".

¿Ahora qué piensas de ese episodio?

"Hoy lo veo más grande y digo 'qué locura que eres capaz de dejar cosas que has tardado 20 años en conseguir por un arranque en la cabeza'. Por eso hoy estoy tranquilo, vivo la etapa que quiero, vivo donde quiero e hice las cosas bien afuera del futbol para estar tranquilo. Te lo platico muy frío porque ya lo tengo muy maduro en mi cabeza y bien pensado, pero del profe Vucetich, pues mira... sigue rompiéndola en el futbol".

Hasta suena raro que siendo titular, campeón de Liga y Concacaf, jugando el Mundial de Clubes y todo, aún así te hayas deprimido...

"Sí, porque al final sólo es futbol, lo importante es la persona y muchas veces el fanático no sabe esa parte. Igual y me ahogué con un vaso de agua, pero era lo que me tocaba vivir. Era muy padre estar en un equipo ganador. La gente, conforme pasa el tiempo, valora más ese equipo que ganaba y ese equipo que disfrutaba. Como futbolista no le puedo pedir nada a Rayados, me siento halagado y afortunado que si quiera me puse esa playera".

La gente aún recuerda que no la pasaste nada bien contra el Chelsea del 2012...

"(Ese juego) marcó una época de Rayados, pero yo ese partido en Japón me sentía con una ansiedad impresionante y no por el nervio de jugar futbol o de estar en ese escenario, sino porque mi vida no la estaba manejando de manera adecuada y mi cabeza no estaba en el futbol. Me da risa porque me encanta ver las fotos y que jugué contra (Juan) Mata y así, pero yo estaba sufriendo desde el principio del partido con una ansiedad increíble, digo '¡wow!', lo superé y me puse en la cancha, le gané a mi cabeza y jugué. Cuando acabó te lo juro que fue de las pocas veces que dije no me importa que perdí, pero lo superé dentro de mi cabeza".

Pérez Moya llegó a apoderarse de la banda derecha en la era de Vucetich, quien es hasta hoy el entrenador más exitoso en la historia de La Pandilla. Fue cuestionado por momentos por bajo desempeño e incluso cuando recibió su primera convocatoria con el Tricolor en 2011, equipo donde sólo celebró tres partidos incluyendo uno contra Brasil en Torreón. Su carácter le gustó al Rey Midas desde cuando pertenecía a La Franja, de la que se separó en diciembre de 2009 días después del título de los regios.

"Puebla fue el equipo donde se me dio la oportunidad, donde todo está hecho para que no seas exitoso, es la realidad. Es un equipo al que yo quiero muchísimo, al que respeto, pero al final las cosas aquí están hechas para que no destaques", comentó.

¿Te pusieron trabas?

"En mis épocas, para empezar, te dejaban de pagar tres meses. El futbol paga muy bien, pero te haces de compromisos y eso te empieza a ahogar. Hacía que de alguna manera tú amaras el futbol, pero también porque el pago es muy bueno. Yo amo al Puebla, desde niño le he ido, pero no es un club y tiene muchos años sin poder ser un club como sí lo es Monterrey. Digo que no está hecho para destacar porque son puras piedras, puras trabas desde Fuerzas Básicas no está el apoyo como debe estar, no hay canchas. Es otro mundo a comparación de Rayados y eso que jugamos en la misma Liga. Puebla no es un club como tal y por eso es muy difícil sobresalir".

Antes de fichar con Monterrey, en los Cuartos de Final del Clausura 2009, el defensa les hizo un gol en la Ida que ganaron 3-1 con total calentura, reflejado en 10 amonestaciones y una expulsión (Diego Ordaz). Los entonces dirigidos por José Luis Sánchez se metieron a Semifinales con el 2-2 en la Vuelta en el Estadio Tecnológico.

"De ese partido, en el Cuauhtémoc, me acuerdo perfectamente que fue un grupo de amigos que jugábamos futbol de casualidad, así lo sentí. Fue el tema de que no había dinero, no pagaban, los uniformes nunca estaban, era un rollo... Pero ese grupo de amigos que logró algo, de saltar de la normalidad a algo muy bueno, lo recuerdo muchísimo (...) Recuerdo ese partido, ese gol que le metí a Christian Martínez. Me acuerdo perfectamente y de ahí se me dio todo para ir para allá", detalló al otro lado del teléfono.

El 13 de octubre Sergio cumplirá 33 años de vida y desde que se retiró en el verano de 2017 tras 12 años de carrera, se dedicó a viajar, a conocer el mundo y empezar un curso como entrenador en Europa. Después de todo, si antes no pudo por la depresión, ahora sí quiere hacer historia.

"Me gusta ser empresario, hace ocho años abrí una empresa con mi hermano y me regresé ahorita un poquito a establecer mis negocios mejor. Ya estudié el UEFA B y el principio del UEFA C (menores de 15 años). Estuve entrenando un equipo allá (Balham FC) para que me dejaran hacer UEFA C cuatro meses y medio en Londres y quiero ser el primer mexicano en acabar el curso de entrenador de Inglaterra", completó Pérez.

Fotografía: Mexsport

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