Liga MX, Rayados, miguel layún, debut, veracruz, carrera, futbolista, america, porto, watford, sevilla, granada fc

Un 28 de abril del 2007, Layún debutó con el Veracruz. El jarocho vivió de todo antes de su llegada a Rayados de la mano del Turco, un viejo conocido.

Por Adrián Maldonado | FOTO:

Martes 28 de abril de 2020

Hace 13 años, Miguel Layún debutó como futbolista profesional en un campeonato completamente distinto y contrastante al de su actualidad en Rayados, donde puede presumir crecimiento y estabilidad. 

El 28 de abril de 2007, el jarocho recibió su primera oportunidad con el Veracruz en la Primera División al jugar 26 minutos en un partido quizás insignificante para su club, pues era la última fecha de un torneo en el que terminaron en el sótano, pero especial para el ahora lateral, al entrar de cambio por Francisco Bravo. 
 
El torneo para los Tiburones había terminado, ya que con 12 puntos era imposible no terminar en el fondo de la clasificación, pues Necaxa, su rival en turno, le seguía con seis puntos de diferencia. El juego terminó 1-1 y la esperanza para el entonces futbolista de 18 años de poder impresionar a su técnico, Aníbal Ruiz. 
 
Layún no estaba ni cerca de ser estelar. Apenas era un joven y el cambio de cuatro entrenadores en ese campeonato limitaron su participación a más no poder. Con el paso del tiempo encontró esa regularidad. En 2009 se convirtió en el primer jugador mexicano en integrar la Liga de Italia, cuando lo fichó el Atalanta. 

La historia de su superación describe la de un jugador que regresó a México con el América en el 2010 sin los reflectores que entonces la Serie A le pudo dar. La gente sabía poco de él y por tal la exigencia era mayor, hasta que, entendiendo un mal desempeño, se ganó el rechazo a modo de burla de un sector de aficionados. 
 
El famoso "Todo es culpa de Layún" comenzó a ser la excusa de muchos cuando a las Águilas no les iba bien, pero continuó. Fue entonces en el 2013 cuando, para sorpresa de todos, pateó el penal decisivo en la tanda de la Final contra Cruz Azul que le dio el campeonato a su equipo, teniendo entonces un brote de fama y popularidad que lo orientaron a ganar algo que pocas veces disfruto: confianza en sí mismo. 
 
De ahí, la historia de Miguel arrancó para bien y se convirtió en capitán del América hasta ser campeón nuevamente en el Apertura 2014 contra Tigres, de la mano del técnico Antonio Mohamed, quien ahora lo entrena en Monterrey. 
 
Salió a jugar a Europa con el entonces humilde Watford de la Segunda División de Inglaterra por un préstamo del Granada FC de España, que lo compró por cinco años después de ser figura con los azulcremas. Fue entonces cuando la historia del joven que no tuvo los reflectores suficientes en Veracruz y que se convirtió en una burla en la capital, dio un giro inesperado que ya no se repitió. 

Al final de la temporada el mexicano logró el ascenso a la Premier League de la Primera División hasta que el Porto le puso la mirada y se lo llevó en el mercado de transferencias de 2015. Fue un acierto que lo hizo vivir el pico de su trayectoria por ser líder de asistencias (22), algo inusual para un defensa lateral. Miguel vivía la mejor parte de su carrera y con buena compañía de otros paisanos como Héctor Herrera, Jesús Corona y Diego Reyes. 
 
Después de caer en el Sevilla y Villarreal en 2018, al inicio de 2019, Monterrey lo compró para apoderarse de un futbolista con cualidades que le permiten desempeñarse en diferentes zonas del campo. Su mala actuación en la Final que ganó contra América en diciembre lo obligó a dejar de jugar como lateral por derecha, pero con posibilidad de hacerlo a perfil opuesto o en el medio campo, sin dejar de ser criticado. 
 
El de Veracruz se acostumbró a los reproches de la gente, pero a 13 años de su debut vive una historia totalmente distinta en un club campeón de Primera División con el que logró, aparte, el título de la Liga de Campeones de Concacaf y el tercer lugar en el Mundial de Clubes. 

Después de jugar en Brasil y Rusia las Copas del Mundo con la Selección Mexicana, ganar una Copa Oro y una Copa Concacaf, para él todo cambió para bien.

Fotografía: Mexsport

Boletín ONCE