Sábado 09 de mayo de 2020

La voz del capitán tiene peso y no, no hablamos de Dorlan Pabón, sino de uno de los primeros símbolos que vio nacer el Club de Futbol Monterrey: Ángel Lama. El ex jugador cree firmemente que aunque Rayados haya tenido un año malo y los aficionados no asistan al estadio, “las rayas no se quitan".

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En este torneo, el ex mediocampista de 83 años visitó el Estadio BBVA en el reencuentro de su equipo contra América, al que le ganó el campeonato de Liga el 29 de diciembre. Fue invitado de honor junto a Jorge Molina para ponerse una vez más la camiseta albiazul que portó entre 1959 y 1968.

Actualizado está y entiende perfecto el dolor que muchos seguidores sienten por el mal paso de los de azul y blanco, que hace meses encontraron un pico emocional como nunca y ahora atraviesan su peor racha en la historia de los torneos cortos.

¿Qué es lo que define más a un rayado?

"Las rayas no se quitan, el que es rayado desde que empieza, siempre los sigue en las buenas y en las malas. Tuvimos un momento de alegría cuando fue campeón y ahorita no sabe uno por qué es que anda el equipo (mal). Se tiene la fuerza y el ánimo para reponerse, esperemos que si en este año no se pudo, pues que sea el siguiente".

Para muchos usted es considerado uno de los símbolos del club, ¿cómo toma los elogios?

"Supimos comportarnos y tener responsabilidad ante el equipo y la afición para podernos sostener. Estuvimos tres años en Segunda División y ocho años en Primera. Fue cuando me nombraron el capitán desde la primera temporada hasta la última en 1968, cuando me retiré".

DE CAPI A PROFE

Una de las cosas que marcaron su vida y que pocas personas recuerdan es que asumió el rol de director técnico. Él era el capitán y tenía voz de líder, lo ascendieron en dos ocasiones para dirigir a sus compañeros ante los malos resultados.

Son contados los casos como el suyo, de que termina la carrera y se le nombra entrenador...

"Yo era el capitán y de cierto modo es un líder al que hay que seguir, por eso me habían nombrado a mí. (Estaba) animando a todos, no tenemos que bajar porque si bajábamos a Segunda nos corrían a todos. Así fue, con ánimo, entusiasmo y responsabilidad de todos, supimos aguantar los momentos difíciles y poder quedarnos en Primera".

¿Qué memoria tiene del título que los metió a Primera División?

"Muy bonitos recuerdos, porque después de haber batallado dos años para subir tuvimos la suerte de un equipo que se formó y subimos en la temporada 59-60, donde casi éramos los mismos en todos los partidos. Fue el éxito para subir a la Primera División", dijo.

Aquella generación marcó una época, pues sólo están detrás de América, Chivas y Toluca en años consecutivos en Primera. ¿Imaginó un escenario así?

"Sufrimos y quedamos en penúltimo lugar, descendieron dos equipos y posteriormente ya cuando llegó Roberto Scarone, el equipo se formalizó más. Quedamos, en la primera temporada, en el quinto lugar. Los dos últimos años también nos tocaron dos años difíciles, se fueron algunos jugadores que nos habían aportado muy bien buenos jugadores, batallamos, pero nos salvamos".

A partir de esa era del capitalino, quien sumó 203 partidos en el club, Rayados ya nunca más bajó. Su mal inicio de torneo los condenó a ganar el resto de sus partidos para buscar una Liguilla, pero por peor que se encuentre, como dijo, el apoyo nunca debe de faltar.

Fotografía: Rayados