MOSCÚ.- La historia más triste de Rusia 2018 la escribió el mexicano Gilberto Martínez, quien está en el Mundial con los ID de su familia colgados al cuello, pero solo, sin la compañía de sus seres queridos.

Es difícil para Gilberto. Está solo porque en el medio hubo una tragedia, ya que su esposa e hijos fallecieron en un accidente automovilístico, el pasado 28 de abril.

El padre de familia había planeado unas vacaciones al lado de su esposa argentina Verónica Raschiotto y sus pequeños Mía de 6 y Diego de 8, años, pero la vida les arrebató el sueño a éstos cuando la minivan en la que viajaban junto al hermano de Verónica, recibió un impacto de una camioneta 4x4 que un chico de 21 años manejaba a toda velocidad en Delray Beach, Florida.

Gilberto no estaba con ellos. Su familia había viajado a Estados Unidos de visita. Su cuñado también falleció.

Gilberto, de 41 años, de igual manera viajó a Rusia por recomendación de su psicóloga para cerrar el único tema pendiente con su familia: el sueño del pequeño Diego, quien vería su primer Mundial en compañía de su familia.

No cambió el itinerario, salvo las personas, esta vez lo acompañan dos amigos, uno mexicano y uno más argentino con playeras marcadas con los nombres de cada uno de los miembros de la familia: "Vero, Diego, Mía, siempre conmigo".

Por azares del destino, Gilberto es conocido de Jorge Berlanga, representante de Guillermo Ochoa, quien conoce la historia del mexicano y le ha enviado un par de mensajes que lo motivaron a realizar el viaje.

"Cuando yo estaba camino a la funeraria, me mandó un mensaje clave: 'tu hijo va a ser un ángel que me ayude a volar'. Por eso quise venir, a regalarle los guantes que usaba mi hijo", dijo el mexicano al enviado del periódico Clarín en Rusia.

A ello, se le sumó el emotivo Día del Padre que vivió, por el triunfo de México ante Alemania que significó el sueño de toda una familia y que el mismo Ochoa culminó con un mensaje vía Whatsapp al final del día: "Esto fue por tu familia".

Fotografías: Redes sociales