VIERNES 26 ABRIL, 2024
Tigres Femenil

"Cumplí un sueño"

Azucena Martínez nos contó cómo vivió su debut en Tigres Femenil, el llanto de su mamá, la promesa a un primo y los tips de Bato. "Estoy feliz", dijo.
Por
Matías Giraudi _ 22/02/2021 20:40:58pm

Lunes 22 de febrero de 2021

Detrás de cada persona hay una historia particular. La de Azucena Martínez no es la excepción.

La juvenil de Tigres Femenil, que tiene apenas 17 años y 3 partidos jugados (111 minutos), tuvo que marcharse muy joven de su Ciudad Victoria natal. El dolor golpeó a su puerta tras perder a su primo, pero mantiene la cabeza en alto, con la tranquilidad de haber alcanzado el sueño de ambos: jugar en Primera División. "Le prometí que lo iba a lograr por los dos", le reveló a ONCE.

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Susy, como la conocen todos, tuvo el placer de formar parte de la vida de una leyenda de Tigres, como lo fue el gran Osvaldo Batocletti. Bato fue su mentor y el que la descubrió cuando daba sus primeros pasos, repletos de ilusión, en la escuela de Lucas Ayala. Una relación muy particular, no solo con él, sino con su "Tía Gabi". "Es mi familia adoptiva en Monterrey", contó.

Las ganas de Bato de tenerla en el club aun siendo tan jovencita, la manera curiosa en la que se enteró de su primera convocatoria, el aguante familiar, el significado de compartir equipos con jugadoras de selección y la complicación de ganarse un lugar en un equipo plagado de estrellas siendo canterana. Una entrevista divertida, a pura sinceridad y llena de ilusión.

¿Cuánto cambió tu vida desde que estás con el primer equipo de Tigres Femenil?

"Cambió mucho en todos los sentidos. Antes me quedaba tiempo para salir con amigas o amigos, también con la escuela se volvió difícil. Ahora tengo que cambiar horarios porque entrenamos a la mañana. Pero, sí, cambió bastante. Ya me acostumbré un poco".

¿Coincidió justo terminando la Preparatoria?

"Sí, el último semestre de Preparatoria, pero con todo esto de la pandemia se me hizo más fácil porque estaba en línea. En el primer semestre de Universidad se me complicó un poco porque los profes eran más estrictos, no me querían cambiar horarios. Fue un poco más difícil eso".

¿Qué cambió de vivir en Victoria a Monterrey?

"La ciudad, por lo grande. Cuando llegué, me enamoré de Monterrey. Está muy grande. Pero Victoria será siempre donde crecí, mis amigos. Cambió mucho por la ciudad".

¿Cómo fue el contacto de Tigres para que formes parte del club?

"Jugaba en la academia de Lucas Ayala y mi tía Gabi (Batocletti), yo le digo tía de cariño, porque la conozco desde hace mucho y su papá, que en paz descanse Osvaldo Batocletti, que fue quien desde que tenía 12 o 13 años me decía que jugaba muy bien, que me quería, pero que todavía estaba muy chiquita".

Y Bato te dio unos tips, me imagino…

"Sí, me dijo que me prepare, que siga entrenando, para cuando tenga la edad me vaya a Monterrey. Cuando cumplí 15, me trajo a una visoría para ver si quedaba, me dijeron que jugaba bien, pero que primero tenía que hacer un proceso de Fuerzas Básicas porque era muy pequeña para la Liga".

Entonces, ¿el que te descubrió fue Osvaldo Batocletti?

"Sí. Fue él. Después me dijeron que sí quedé, que iba a quedarme en Fuerzas Básicas para ir entrenando y agarrando ritmo. Me vine a Monterrey, primero le pregunté a mi mamá, le conté que había quedado".

¿Y que te dijo?

"Ella, súper emocionada, pero siempre me preguntaba si estaba segura que me quería ir. Y le dije que sí, que me quería ir, que era lo que quería desde chica. Al futbol lo juego desde los 3 años y siempre quise jugar profesional. Me vine, de hecho, mi tía Gabi fue la que me dio hospedaje en su casa, todo lo que estuve en Fuerzas Básicas. Convivía mucho con Bato, con mi tía. A ella y su familia le agradezco muchísimo, fue parte de todo mi proceso".

Ellos fueron tu familia acá en Monterrey…

"Sí, fue mi familia adoptiva".

ABRIRSE PASO

¿Le cuesta más a una canterana tener que llegar con tantas figuras?

"Sí es difícil llegar (en Tigres), porque es de los mejores equipos de México. Tiene muchas jugadoras con mucho talento, son súper figuras, ahora a la selección fueron seis, sí es difícil. Pero el esfuerzo y la dedicación que le pongas a los entrenamientos, que cada día te esfuerces más y nunca te quedes con nada, eso te ayuda mucho".

De chica ya jugabas al futbol, osea, que ya las seguías a todas las que hoy son tus compañeras. Las veías en la TV, con la selección y hoy entrenan a tu lado…

"Sí, de hecho, hace poco le comenté a Cristina Ferral que la admiraba, porque era la que estaba en Tampico. Tampico me quedaba súper cerca, casi todos mis torneos eran ahí, y siempre hablaban a un jugador o jugadora para inaugurarlos, y la conocí ahí. Siempre decía que algún día quisiera estar jugando en un equipo o una selección y hace poco se lo comenté".

LA SORPRESOTA

¿Cómo fue la locura después del debut? ¿Te lo esperabas?

"Fue sorpresivo. De hecho, esa vez no traía el teléfono a la mano y ahí es donde nos mandan la convocatoria. Mis amigas me empezaron a mandar mensajes, diciéndome ‘felicidades’, y yo me saqué de onda porque no sabía que había hecho. Y me contaron que me habían convocado al partido y ahí me metí y le dije a mi mamá. Ella me abrazó, me dijo que estaba orgullosa de mí, pero yo le dije: ‘mamá, todavía ni juego, fue solo la convocatoria (risas)'".

¿Y el día del juego?

"Ya el día del partido (Tigres 4-1 Santos J3 Apertura 2020) estaba nerviosa, era mi primera convocatoria, y en el momento que Roberto me habló que iba de cambio, sentí esa adrenalina, de que por primera vez iba a jugar. Lo que todo el tiempo soñé de chica. Me sentí feliz, mi mamá hasta lloró, me dijo que estaba orgullosa, mis hermanos también. Estuvo muy bueno".

¿Qué diferencia hubo entre ese día y el debut como titular?

"Lo que más noté fue en el entrenamiento. Los últimos días son de táctica y me metían con el cuadro titular, entonces yo decía: ‘primero Dios, espero me meta de titular’. Mis compañeras también me preguntaban si creía que iba de titular y yo les decía: ‘creo que sí, pero ya Dios dirá’. Le conté a mi mamá que me habían metido con el cuadro de las titulares y que ojalá me metan o de cambio. El debut siempre va a ser lo mejor, tu primer partido, aunque sea diferente porque no hay afición, pero se siente".

Tuviste la mala suerte de que fue sin la gente. Igualmente, ¿sentiste la diferencia en las redes?

"Sí, en mi debut, tenía el celular estallado de notificaciones. Fue más en el debut que el día que inicié de titular. Te reconocen más cuando es tu primera vez jugando. Pero sí, hay una diferencia".

SUS REFERENTES

¿Miras a Ovalle y a María Sánchez? Tienes sus características...

"Las dos son súper buenas futbolistas. Son muy buenas, las dos tienen cosas diferentes y me aportan mucho. En los entrenamientos me dan consejos y siempre los voy a tomar. Ellas dos y todo el equipo, todos tienen grandes cosas y voy a tomar siempre lo bueno".

¿Qué les dice Roberto Medina a las más jóvenes? El no regala minutos a nadie.

"Todos lo tenemos bien planteado. Roberto no está para regalar minutos, no podemos exigir si no demostramos. Hay que esforzarse en cada entrenamiento, seguir metiéndole. Los partidos o entrenamientos, todos damos todo de nosotros. Si no le demostramos que realmente queremos estar ahí adentro, no nos va a tener en cuenta. Todo se basa en un buen entrenamiento".

¿Cómo haces para no frustrarte si no te toca jugar?

"No tengo problemas con eso. Sé que es difícil ganarse un lugar en la cancha. No soy de esas personas que se quejan por no jugar. Sé que el equipo está conformado de grandes jugadoras y siento que todas podemos estar en ese lugar. Hay que esforzarse, meterle. Nunca dejar todo por hecho".

Como canterana, ¿crees que deberían darles más lugar a ustedes antes que abrir la puerta a extranjeras?

"Sí, nosotros también tenemos con qué demostrar que también podemos. En algún momento habrá necesidad de traer otras jugadoras, pero también tenemos para demostrar".

¿Qué sigue para tu carrera y con la universidad?

"En el futbol, mis objetivos son seguir generando más juegos, minutos. Siempre aportar lo mejor para el equipo y nunca rendirme, seguir avanzando. Mi meta será ser campeona con el equipo, lograr los que más se pueda a lo largo de mi carrera. En la escuela, estoy estudiando Químico-Farmacéutico-Biólogo, nada que ver con el futbol (risas), pero me gusta bastante la Química".

LE CUMPLIÓ A SU PRIMO

Cuando te tocó debutar, ¿de cuánta gente te acordaste?

"Me acordé desde que empecé el futbol, de todos mis profes. Todos los profes que me entrenaron alguna vez, pero en especial a uno que se llama Mauricio. Él fue mi primer profe, mi primer equipo. Se llamaba Argentina, ese profe, como había muchas personas que me decían que el futbol no es para niñas, él decía que dejen a su princesa, que no me digan nada, que yo iba a jugar. Siempre me cuidaba, de todo y de los niños que no querían jugar conmigo. Él les decía que la que no quería jugar con ellos era yo (risas)".

¿Y la familia también?

 "Sí, mi mamá, mi papá, mi familia, que siempre me apoyó, y un primo, que en paz descanse. Él era árbitro de futbol, de Segunda División, falleció hace dos años y medio. A él le hice una promesa de llegar a Primera, de pisar el campo y que yo lo iba a lograr por los dos".

Y cumpliste…

"Sí, claro. Siempre que entreno pienso que tengo una promesa con mi primo, que tengo que cumplir, siempre lo tengo presente".

¿Qué le dirías a esas niñas que están animando a meterse en el futbol en una sociedad con tantos prejuicios?

"Que nunca dejen que nadie les diga que no puede. Todo en la vida se puede, con esfuerzo, dedicación y siempre luchar por sus sueños y metas. Y si alguien se opone, que lo brinque".

Fotografía: Mexsport
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