Miércoles 31 de mayo de 2023

La UEFA Europa League es esa competición en la que siempre se consagra el Sevilla de Jesús Corona. Después de un año en el que llegó a estar en zona de descenso, volvió a la Final ante la Roma, empató 1-1 en los 120’ y se llevó su séptima corona por penales. Gonzalo Montiel, como en el Mundial, fue el encargado de definir la serie.

Mourinho se quedó en las puertas de seguir haciendo historia en el conjunto romanesco. Porque la Loba arrancó ganando con un tanto de Paulo Dybala. Sí, el que supuestamente estaba para 20', jugó casi 70' y marcó el 1-0 a los 34'.

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Tal como le pasó en las llaves anteriores, el cuadro sevillano tuvo paciencia. Conoce la competición, se convirtió en un experto, teniendo en cuenta que ya había levantado la copa en seis ocasiones y no lo hacía desde 2020.

A los 55’, Sevilla empató con un gol en contra de Gianluca Mancini y a partir de allí el encuentro se dirigió directamente hacia los penales. Mourinho, fiel a su estilo, no se preocupó tanto por ir a buscarlo.

Luego de un tiempo extra en el que se jugó poco y nada, porque hubo muchos cambios, jugadores golpeados, cansados, fue el turno de los penales y allí Mancini confirmó su mala noche. Fue el primero en errar, con un remate al medio que tapó el arquero Bono, su compañero Roger Ibáñez estrelló el tiro en el poste y le dejaron servida la mesa a un experto: Montiel.

Tal como pasó hace cinco meses, el lateral fue el encargado de ponerle punto final a la serie y levantar otro título. Sin embargo, su primer intento fue tapado por Rui Patricio. A instancias del VAR, el árbitro hizo repetir el tiro y el ex River no dudó en cruzarla como ante Francia para desatar la locura del pueblo de Sevilla.

Con este trofeo alcanzó la séptima, siendo ampliamente el más ganador de la competición (le siguen Inter y Juventus con tres), además consiguió el boleto a la próxima Champions League. Por si fuera poco, el Tecatito firmó un nuevo título en Europa. Noche redonda.

Fotografía: Europa League