Martes 18 de julio de 2023

Un día como hoy, pero hace 70 años, Elvis Presley, un camionero de la línea Crown Electric y con apenas de 18 años, logro dar un vuelco a su existencia y al mundo de la música. Para cumplir un sueño, el joven Elvis tomo una decisión de darse un tiempo a la hora de su comida.

Fue el 18 de julio de 1953, cuando Presley se armó de valor, se dirigió a la Avenida Union en el centro de Memphis y entró en los estudios Sun Records. Su propietario, Sam Phillips, no estaba ese día, así que fue su asistenta Marion Keisker, quien le atendió.

Como conductor de camiones, Elvis siempre cantaba en sus viajes por carretera y aprovechaba para componer canciones. Ese día era el cumpleaños de su mamá y Presley decidido grabarle un disco como regalo de cumpleaños, algo que refutan algunos historiadores, ya que parece ser que, a la sazón, la familia Presley no tenía tocadiscos y, además, el cumpleaños de la madre había sido en abril.

Al entrar a los estudios de grabación, Marion quien asistía al dueño, lo recibió y le hizo algunas preguntas, entre ellas: "¿Qué tipo de cantante eres?" Y Elvis contestó: "Canto todo tipo de música". "¿A quién te pareces?", le preguntó ella. Y él dijo: "No me parezco a nadie".

Después de pagar 3.98 dólares por la grabación, Elvis salió de las instalaciones con su disco de acetato (de 78 r.p.m.) bajo el brazo. En la cara A, Presley grabó "My Happiness", una canción cuya melodía se cree que data de 1933 y escrita por un hijo de inmigrantes italianos, Borney Bergantine. El tema no se publicó hasta 1948, cuando Betty Peterson Blasco le añadió la letra con la que hoy la conocemos, y que habla de un tipo que desea estar junto a su enamorada porque esta le da la felicidad.

En la cara B aparecía "That’s Where Your Heartaches Begin", un tema escrito en 1937 por Fred Fisher, William Raskin y Billy Hill que pasó casi desapercibido hasta que Elvis lo inmortalizó (lo grabó en varias ocasiones). La letra habla de los peligros de presentar a tu amigo a tu amada, porque puede que acabe robándotela y te quedes sin novia y sin amigo.

Keisker tuvo la precaución de anotar su nombre y número de teléfono, además de señalar que era muy buen cantante de baladas, aunque al final fue el iniciador de un nuevo sonido que cambiaría el mundo de la música para siempre: el rock and roll.

Fotografía: Redes Sociales