Viernes 20 de junio de 2025

El duelo de campeones continentales del Mundial de Clubes se lo llevó el club de 130 años de historia sobre el que cuenta con 54. El monarca de la Libertadores sometió con un plan específico al de la Champions: Botafogo se impuso 1-0 al París Saint-Germain.

Mientras la previa del encuentro se calentaba con la marcha de un poco más de 40 aficionados de la peña del PSG en Los Ángeles con el “París, París” seguido de aplausos, la torcida del Fogão armó su propia fiesta frente a la entrada principal del Rose Bowl.

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Acompañados de Biriba, mascota oficial del club, que se tomó decenas de fotografías con hinchas de todos los clubes (Gremio e Inter de Porto Alegre incluidos), el “Fogo, Fogo” fue su estandarte de canto.

Siendo mayoría, los brasileños coparon una de las cabeceras del añejo inmueble de Pasadena, California, y celebraron cada uno de los cruces ganados por Alexander Barboza (7/8), cada descarga o ataque al espacio de Igor Jesus, al mismo tiempo que presionaban al silbante Drew Finsher.

Al final, lanzando vasos de cerveza al aire, arrodillados agradeciendo a un ser superior o abrazados con emoción, los hinchas del Botafogo celebraron la victoria sobre el PSG y recordaron que el futbol del continente americano puede imponerse a la élite europea. 

Tomando el mural de históricos del Rose Bowl, armaron una fiesta. Padres con sus hijos a hombros, gente de otras nacionalidades sintiéndose un poco del Fogão y hasta un sheriff de California disfrutando de dominar el balón con unos cuantos hinchas amazónicos. Un día inolvidable para la afición de Botafogo.