Sábado 13 de diciembre de 2025

A un día de que el Estadio Nemesio Díez vuelva a arder con una Final, las historias fuera de sus muros también cargan con emoción, sacrificio y esperanza. Entre camisetas rojas y banderas que comienzan a ondear en los alrededores, destaca la de Alejandro Valencia, un aficionado del Toluca que viajó cientos de kilómetros con un solo objetivo: ver a su equipo levantar la copa del Apertura 2025 ante Tigres.

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El seguidor de 55 años, visiblemente conmovido, relató entre lágrimas que el viaje fue posible gracias a un regalo muy especial. Sus hijas, al notar la profunda pasión que siente por los Diablos Rojos, le obsequiaron un boleto de avión para que pudiera estar presente en la Final de Vuelta, una oportunidad que la temporada anterior se le negó de la manera más dolorosa. 

Aquella vez, el originario de Mexicali, que lleva aproximadamente cuatro décadas apoyando al equipo, fue víctima de una estafa y tuvo que conformarse con vivir el título desde fuera del estadio, lejos de la celebración que tanto anhelaba.

“La vez pasada, por mis ganas de estar dentro del estadio, vine y me la jugué. Hice cola para comprar un boleto, pero aunque bloqueamos la calle no nos vendieron. Luego compré uno en línea y me estafaron. Era falso. No me quedó de otra más que verlo desde afuera en una tienda, pero igual viví una experiencia de otro nivel. Hasta las lágrimas se me salieron. Espero esta vez sí estar dentro del estadio”, contó con voz entrecortada.

Ese recuerdo fue precisamente el que lo impulsó a intentarlo de nuevo. Ahora, con los ahorros de toda una vida invertidos en el viaje y en la entrada, la ilusión es aún mayor: presenciar en vivo el posible bicampeonato escarlata. 

“Vine desde Mexicali hasta acá con las ganas de vivir esta experiencia, este sueño. Ojalá esta sea la buena, el boleto que compré esta vez se ve más real. Primero Dios estaré dentro del estadio viviendo mi sueño. Ojalá esta Final no sea la última, la vez pasada espere 15 años”, expresó.

Para él, el Nemesio Díez no es solo un estadio, es un símbolo de fortaleza y mística. “Aquí es el infierno, los rivales se hacen chiquitos, vamos a darle la vuelta. Vamos a levantar la copa, es de Toluca”, sentenció con orgullo, mientras señalaba las gradas que pronto estarán repletas.

Sin embargo, su historia también refleja una realidad que golpea a muchos aficionados: costos muy elevados y la reventa. “Los boletos no bajan de los 7,500 pesos, incluso hay quienes te los están vendiendo en 14,000. Imagina el gasto que hace uno para llegar acá. Hay que pagar boleto de avión y hotel. Me gasté mi fondo de ahorros, ya no tengo cómo regresarme, pero sé que tengo que vivir esta experiencia”, confesó.

Finalmente, lamentó que esta situación deje a muchos seguidores fuera de un momento histórico. “La reventa tiene precios exagerados. Está dejando a mucha gente fuera de vivir esta emoción y esta experiencia. La gente quiere ser parte”, señaló. 

A las afueras del Nemesio Díez, su historia se mezcla con la de miles que sueñan con una noche perfecta. Para él, más allá del resultado, estar ahí ya es una victoria; aunque en su corazón, la ilusión es clara: volver a casa con el recuerdo imborrable de ver a su Toluca levantar la copa.