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Pedro Losa alcanzó un año con Tigres Femenil. Fue de menos a más en futbol y resultados, hasta regresar el trofeo de Liga. El español exaltó la identidad.

Por Dali Guerrero | FOTO: Mexsport

Sábado 20 de diciembre de 2025

Pedro Losa alcanzó un año al frente de Tigres Femenil, que estuvo lejos de ser sencillo, pero terminó consolidándose como un ejercicio de adaptación, reconstrucción y resultados. En su primer ciclo completo como director técnico felino, el estratega español enfrentó un escenario de transición que puso a prueba tanto su metodología como la respuesta del plantel.

Fue anunciado por el club un 20 de diciembre de 2024 y, tres días después, arribó a la ciudad para dar sus primeras declaraciones y dejar en claro sus objetivos: “Asumo la responsabilidad de trabajar con dedicación para recuperar y representar siempre el escudo y la identidad del club, a partir de ahí vamos a intentar llevarlo a lo máximo posible”, dijo. 

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Losa no llegó como un técnico cualquiera, en su carrera ya contaba con la experiencia de dirigir en cinco países diferentes entre clubes y selecciones y tenía pendiente México: “(La Liga MX) es una Liga que está entre las mejores del mundo. (Me atrajo) representar a Tigres que tiene unas señas de identidad, y poder optar a ganar un campeonato es una gran motivación”, declaró antes de su presentación.

El primer semestre bajo su conducción, correspondiente al Clausura 2025, dejó señales mixtas. El equipo mostró destellos de la idea futbolística que Losa buscaba implementar, aunque sin la regularidad necesaria. El conjunto alternó buenos momentos con tropiezos inesperados, situación que se reflejó en una eliminación temprana en Cuartos de Final a manos de Rayadas, resultado que evidenció que el proceso aún estaba en etapa de ajuste.

Terminar en quinto lugar le costó factura al estratega ya que quedó fuera por la tabla y, al ser frente al clásico rival, tuvo una repercusión mayor. “Nos vamos muy desilusionados, muy desgastados y muy frustrados. Estamos muy tristes porque sabemos que le debemos a nuestra afición algo y se lo vamos a devolver, comentó tras la eliminación.

Más allá del torneo local, el semestre también presentó un reto internacional. Bajo la dirección de Losa, el equipo alcanzó la Final de la Champions Cup W, dando la cara por México ante los grandes de Estados Unidos Portland y Gotham FC. Aunque el subcampeonato dejó un trago amargo, la experiencia fue clave para sentar las bases del proyecto que vendría después.

Con ese diagnóstico, el cuerpo técnico y la directiva apostaron por una reestructuración profunda del plantel. Durante el receso se concretaron salidas relevantes como las de Nayeli Rangel, Joseline Montoya y Natalia Villarreal, decisiones que respondieron a la intención de ajustar el equipo al modelo futbolístico del entrenador y renovar ciertas zonas del campo.

El Apertura 2025 representó el punto de inflexión en el primer año de Losa. Con la llegada de los refuerzos Diana Ordóñez y Sabrina Enciso, además del regreso de María Sánchez, el equipo encontró mayor equilibrio, contundencia y claridad en su funcionamiento. Tigres mostró desde el inicio un rostro competitivo y dominante, reflejo de un plantel mejor adaptado a la idea del técnico. En ese contexto, Ordóñez se consolidó como la principal referencia ofensiva del sistema.

En medio del torneo, Losa también tuvo que gestionar un momento clave: la salida de Jacqueline Ovalle, una de las figuras históricas del club. Lejos de desestabilizar al equipo, el estratega logró mantener el orden, sostener el rendimiento colectivo y potenciar a otras jugadoras dentro de su estructura táctica.

La escuadra universitaria cerró la Fase Regular como líder general y, aunque en la Liguilla el camino no fue tan contundente, el equipo supo responder en los momentos decisivos. Con una identidad ya definida, experiencia en instancias finales y una gestión sólida del grupo, el conjunto auriazul terminó por conquistar el título del pasado certamen, el primero para Losa como auriazul.

El primer año del estratega español cerró con un balance positivo: 68% de efectividad y un título. Un proceso que comenzó con dudas, pero que terminó reafirmando una vez más a Tigres Femenil como el máximo referente del futbol femenil en México.

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