Maquinita aceitada

Miércoles 06 de enero de 2021

Con la llegada del Vasco, Javier Aguirre Onaindia, a la dirección técnica del Monterrey, llegó otro vasco al futbol mexicano, nada menos que a dirigir la FMF.

Míkel Arriola Peñalosa es un abogado de la Universidad Anáhuac, con estudios avanzados en Políticas Públicas en Londres y de Derecho en Chicago. Fue director del IMSS, la Cofepris y candidato del PRI a la gubernatura capitalina... O sea, que tiene su negro pasado.

Míkel también practica pelotari de muy buen nivel. Juega la pelota vasca, es decir el frontón que se juega con canasta y que es un deporte, como el golf, que juegan unos cuantos en este país. 

¿Por qué llegó a la FMF? Esa es una incógnita que nadie responderá, pero de que tiene tarea por hacer, ni duda.

Está pendiente la posible fusión entre la Liga MX y la MLS, en un proyecto que resulte viable económicamente hablando, atractivo para ambas ligas y para el público, algo que está por verse.

Otros pendientes son las selecciones menores y mayores, masculinas y femeninas, así como empatar calendarios para que en 2022-23 regresen las escuadras aztecas a la Copa Libertadores, competencia que dejaron en 2016.

No se sabe aún qué tan conveniente resulte en lo económico este tema, porque ver un miércoles en la noche a un equipo brasileño, uruguayo o argentino de medio pelo contra Necaxa o el que le toque, no creo que sea como para que estén los estadios a reventar. Nunca lo han estado. Fuera de Monterrey, el futbol no es un éxito económico.

Míkel no fue capaz de controlar el asunto de la corrupción, el tráfico de medicamentos o los contratos, como el que dejó al director de un Hospital del instituto en Monterrey unos cuantos millones de pesos por una impermeabilización que nunca se hizo, pero sí se cobró.

Entonces, se antoja una aventura colosal pensar que en la FMF podrá meter orden en asuntos espinosos que han puesto a los clubes en una circunstancia delicada con el tema de recursos.

La pandemia ha llevado a algunos a pensar seriamente en seguir o no en el negocio. Y los meses subsiguientes serán determinantes para ello, porque es obvio que la presencia de la gente en los estadios es factor primordial para generar recursos para las arcas de los clubes.

De hecho, ya se vio esa austeridad. Las modestas contrataciones de los equipos para este torneo que arranca este fin de semana lo ratifican.

Antonio Valencia, el ex punta derecha ecuatoriano que cabalgaba raudo por la franja, pegado a la línea de pintura blanca, vistiendo la roja del Manchester United, ahora llega con el millaje en seis cifras y la caja de velocidades reparada. Ya no es lo mismo. Ahí están sus excompañeros de los Diablos Rojos: Nani y Chicharito en la MLS, viviendo del recuerdo y cobrando por la gloria de batallas pasadas. 

Preparémonos para ver este sábado a los flamantes campeones Tigres y al nuevo Monterrey de Aguirre con una forma de juego muy clara, no le digo que diferente a la anterior, porque no tenía. Ahora debe mostrar un equipo aguerrido, comprometido, entrón, que le respirará en la nuca al rival y no escatimará esfuerzo para ir y volver. Antes, sólo corría el que llevaba la pelota y otro que se movía para pedirla, mientras los demás caminaban la cancha. Ahora los verá como una maquinita aceitada que se mueve como el oleaje y un propósito. 

Señoritas y señores, este año viene tan escabroso como el anterior, pero debemos afrontarlo con una sonrisa, aunque no se vea bajo nuestros rostros cubiertos. 

El nombre del juego se llama "vamos a cuidarnos unos a otros". No se vale ser irresponsable. Este asunto es muy serio, es letal, es de verdad. Mi deseo es que la libremos todos juntos. Nadie sobra, de veras.

Ya perdí más de 10 amigos, colegas, familiares, no es justo... Nadie está de más.

Los necesitamos, los queremos, pero con vida, con salud.