VIERNES 26 ABRIL, 2024

Dimes y diretes

Lunes 25 de enero de 2021

No por radicar en la misma ciudad que un equipo de fútbol significa que haya que defenderlo a capa y espada como si fuera un producto propio.

En el periodismo lo importante es informar y no atacar sin fundamento, hablar por hablar o acusar y no poner pruebas. Esta semana, con el tema de los contagios de Rayados y América, muchos quedaron al descubierto.

En la nueva generación resulta más importante ganar una nota en Twitter a que impere la credibilidad. Eso sólo lastima la imagen de los clubes y sus jugadores. Que si algunos futbolistas sabían o no que tenían COVID resulta tan burdo que sólo exhibe, ante futuras aclaraciones de los clubes, que también existen los porristas con micrófono.

Lo importante siempre será el deporte porque es lo único que realmente define la competencia, el desarrollo y el crecimiento de todos sus brazos, incluyendo el de los medios, pero alimentar sus redes sociales con falsedades o bromas ante un escenario tan delicado como es el de la salud, es de muy mal gusto.

Dejemos que ese juego sólo lo vivan los aficionados. Esto es como una pelea de niños con un "¿quién empezó?", cuando ya todos sabemos que eso no es lo que define al culpable.

Lamentablemente la COVID no es un juego y no siempre se le puede ganar, pero pareciera que en Monterrey y la Ciudad de México no importa que los afectados se recuperen, sino tener la razón, ser los primeros en ponerlo en redes y tener más interacciones. Qué lamentable.

De esta situación no hay ningún ganador. Rayados y América aprenderán para aplicar y reforzar medidas de prevención, pero ya que se recuperen volverá todo a la normalidad, contrario a las acusaciones, que como siempre, volverán a ser tomadas a la ligera.

Dejemos de tomarlo como un juego y de suponer sin tener bien amarrada la información, porque sólo confundimos al público. En este país está demostrado que lo malo vende más que lo bueno.

Ya no caigamos en el error de acusar y de señalar nombres de contagiados y respetemos el derecho a la privacidad de aquellos que no quieren que su estado se haga público. Ya vamos para un año desde que el COVID llegó al país y seguimos con lo mismo, como si ganáramos algo extra. Sólo quedamos mal parados.

El hincha no detecta al periodista como tal, sino a los periodistas rayados y a los americanistas. No tenemos la verdad absoluta y por eso somos responsables de las actitudes y comportamientos de muchos. Para algunos parece más importante tener un personaje que tener credibilidad.

Twitter: @Adrian_MQ

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