Miércoles 08 de marzo de 2023
La violencia contra las mujeres en Nuevo León es alarmante. El estado ocupa el segundo lugar en el país con más feminicidios registrados, con un total de 102 casos.
Además, el municipio de Juárez se encuentra en la lista de los 100 municipios con más feminicidios a nivel nacional. Esta preocupante realidad obliga a tomar medidas urgentes porque es evidente que no podemos normalizar la violencia de género.
Es hora de alzar la voz y exigir justicia para las mujeres víctimas de la violencia en Nuevo León. Los datos hablan por sí solos: en el año 2022 se registraron 22,480 denuncias por violencia familiar en el estado. Esto equivale a 61.5 casos por día.
Nuevo León, además, ocupa el tercer lugar nacional en violaciones a mujeres, con un promedio de 4.5 víctimas al día.
Y hay más. En 2022 se registraron 1,523 llamadas de emergencia relacionadas con violencia contra mujeres y 8,818 llamadas relacionadas con violencia de pareja.
Estas cifras son letales y nos muestran la necesidad de actuar para garantizar la seguridad y protección de las féminas en el estado.
Está claro que hay mucho trabajo por hacer y, lo que es peor, los casos aumentan porque definitivamente se ignoran o no se denuncian. Se calcula que las cifras son dos veces mayor a lo que se tiene conocimiento.
Es por eso que a la mujer hay que ayudarle a identificar una relación tóxica. La violencia emocional en las relaciones puede ser difícil de detectar, pero hay señales que se deben tener en cuenta.
Si la pareja critica constantemente a una mujer, la hace sentir insegura o la aísla de amigos y familiares. Luego vienen las consecuencias de ese maltrato, viene el infierno para muchas.
Nadie tiene derecho a maltratar a una mujer o hacerla sentir menos. Si estás en una relación donde hay violencia, ya sea física o emocional, levanta la voz. Habla con alguien de confianza o acude a organizaciones de apoyo.
En todo esto hay una verdad irrefutable: se puede actuar, se pueden evitar los ataques, los golpes y las muertes. Sólo es necesario encontrar las alternativas para romper con los ciclos de violencia.
Hay que animarse a dar ese paso. La violencia de género no solo se reduce a un estatus social o región determinada.
De hecho, Nuevo León es uno de los estados más desarrollados y los actos violentos, sobre todo en hogares, se produce en todo el arco social, desde hogares ricos hasta los que menos tienen. La lucha es difícil, pero no imposible. No estás sola.
La autora es analista de datos del CIC (Centro de Integración Ciudadana) y Licenciada en Criminología con especialidad en intervención ecosistémica en violencia familiar.