Funes Mori Rayados Liga MX

Cuando el mundo se le caía a Diego Alonso apareció la figura de Funes Mori para levantarlo. El Melli se la volvió a aplicar a León y así evitó un desastre.

Por Javier Alonso | FOTO:

Domingo 04 de agosto de 2019

La noche comenzó con abucheos ensordecedores, de esos comunes en el último año, de los que calientan la garganta, pero para refrescar y calmar la tempestad está la figura de Rogelio Funes Mori.

Al Melli le trajeron competencia o compañía -como se le quiera ver- pero lo que es una realidad es que es el héroe que le pone color a las noches grises del Monterrey. Hizo doblete cuando más lo necesitaba Diego Alonso: cerca del 45' para irse con una bocanada de aire y evitar los abucheos camino al vestuario, el otro cayó a los 90' para cambiar las dudas por brazos al cielo.

Diego Alonso despertó a la afición cuando su nombre retumbó en el sonido local en el BBVA. Desde la presentación la gente mostró su inconformidad al pitar su nombre. César Montes, Jonathan Urretaviscaya y Ángel Zaldívar fueron otros que se estremecieron con música de viento.

Rayados puso la espalda en el flojo césped del BBVA al recibir dos goles y de las gradas salía un dragón gigante que arrojaba fuego a la cancha. Realmente eran 37 mil aficionados molestos que no le encontraban forma a un equipo de millones con un estilo devaluado y en crisis.

Cuando la rodilla estaba por besar el suelo, el Melli saltó para bajar un balón y empujarlo a las redes: despertó el BBVA. El grito de gol desapreció los fantasmas que amenazaban con despedazar los primeros 45 minutos.

Otra cara para el segundo tiempo y otro ambiente en las gradas, el equipo mejoró ante la nobleza de un León que de ser feroz pasó a ser un simple cordero.

Cayó el segundo con un remate de Montes y el gol sirvió como casa de cambio, de los abucheos pasó a los aplausos y su apellido fue gritado por todos los hinchas albiazules.

Un empate en la bolsa y aún así el sabor era agrio, pero otra vez apareció Funes y con su toque el paladar rayado probó un sabor dulce que dejó los primeros tres puntos del torneo.

La fiesta fue gracias a Funes y una destacada actuación de Carlos Rodríguez, el resto se mantuvo gris. Solo Urreta se mantuvo en blanco y negro, entró de cambio y duró cinco minutos en la cancha, fue tan efímero que tuvo más duración su abucheo que sus pasos en la cancha.

Fotografía: Cristian Juárez/ONCE

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