

Chilenos de altura
Pony Ruiz y Chupete Suazo son dos futbolistas que conquistaron a sus respectivos equipos a base de goles y buenas actuaciones. En ONCE los recordamos.
Por Adrián Maldonado | FOTO:
Chilenos de altura
Pony Ruiz y Chupete Suazo son dos futbolistas que conquistaron a sus respectivos equipos a base de goles y buenas actuaciones. En ONCE los recordamos.
Por Adrián Maldonado | FOTO:
Domingo 10 de mayo de 2020
El 10 de mayo es un día especial en México por festejar a las madres, pero para el futbol también es el recuerdo del nacimiento de dos ex jugadores que, sin ser altos de estatura, siempre estuvieron a la altura de los momentos importantes. No es un día cualquiera.
Uno mide 1.63 metros y el otro 1.71, lo cual no es relevante y mucho menos determinante para definir goles como delanteros. Lo que hicieron Rodrigo Patricio Ruíz y Humberto Andrés Suazo en la Liga MX, fue evidenciar el grave error de catalogar que los chaparritos no pueden brillar en el balompié.
Los dos nacieron en Santiago, Chile, en un día como hoy, pero de 1972 (Ruiz, 48 años) y 1981 (Suazo, 39 años). En su país se celebra a las mamás el primer fin de semana de mayo y, sin tener una fecha establecida, sí que fueron el mejor regalo para sus familiares. Crecieron y con el tiempo ocuparon no sólo un lugar en el corazón de los aficionados mexicanos, sino en la historia.
El Pony y el Chupete nunca fueron compañeros, pero sí llevaron su rivalidad a la cumbre cuando el segundo le ganó el campeonato de la Primera División en el Apertura 2010 jugando para el Monterrey, la noche que se coronaron ante Santos, en el Estadio Tecnológico.
#Rayados | El representante de Celso Ortíz, señaló que ha recibido ofertas para el jugador de equipos en Turquía. ???? https://t.co/9HjTiqR4Dn pic.twitter.com/uo9P8eHC2a
— ONCE Diario (@oncediariomx) May 10, 2020
¿Compararlos? Nunca fue necesario debido a la importancia que cada uno representó para su club, a pesar de que se parecían mucho en la forma de jugar.
Rodrigo tenía una agilidad envidiable para ubicar espacios muertos, detectar zonas por atacar y filtrar balones, tanto cortos como largos, para generar oportunidades de gol. Su capacidad y talento para anticipar jugadas le bastaron para ser el socio perfecto de Jared Borgetti en la Comarca Lagunera y retirarse del equipo con 59 goles, lo que hoy le bastan para ser el sexto máximo anotador de la institución.
Ruiz de Barbieri, quien cuenta con una estatua de homenaje en el Estadio TSM Corona, jugó 269 partidos con los Guerreros, colaborando con la impresionante cifra de 78 asistencias. Sus números lo convirtieron en el ídolo de las masas y en el extranjero con más participaciones (638) en la Liga mexicana, incluyendo su paso por Puebla, Toros Neza, Estudiantes Tecos y Veracruz.
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Igual que él, Suazo también compartió cancha con Borgetti cuando se fue a jugar al Monterrey, pero su mejor dupla y sus mejores años los tuvo con Aldo De Nigris. El Chupete no se distinguía por su trote o su velocidad, pero sí por su habilidad para pensar rápido, tocar, picar y ceder pases con alto grado de dificultad en la cancha de sus rivales. Lo que hizo que del 2014 a la fecha, Suazo se mantenga como el máximo goleador del Monterrey con 121 tantos.
Señalar goles de cabeza entre los dos nunca fue lo más fácil porque la altura no les favorecía. Aún así tenían una pierna potente y una mentalidad que les permitió destacar como pasadores antes que como rematadores, por lo cual eran futbolistas diferentes a los que la afición siempre trató de manera especial.
El de Santos fue campeón de Liga en el 2001 y de la primera Interliga en el 2004. Mientras que el de Rayados, ganó en el 2009 y 2010, aparte de tres Ligas de Campeones de Concacaf, pero independientemente de los logros, siempre se distinguieron por ser los más talentosos de sus equipos.
Fotografía: Mexsport