Jueves 24 de diciembre de 2020

Debe ser difícil ser Lionel Messi. Lugar al que llega, lugar que revoluciona. Él así lo entiende, y por eso no puede tener la suerte, sí, la suerte, de poder sentarse a comer en un restaurante, como cualquier mortal junto a su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos: Thiago, Mateo y Ciro.

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El astro argentino del Barcelona le concedió una entrevista a Jordi Évole, periodista español que trabaja para el cadena La Sexta, y se refirió a lo complicado que resulta poder disfrutar de algo tan simple como ir al cine o pasar tiempo con sus hijos en un lugar público.

"Soy un privilegiado con todo lo que me tocó vivir. A veces me gustaría ser anónimo y poder disfrutar de ir a un mercadito, de ir al cine o a un restaurante con mis hijos", confesó en un adelanto de la nota que se publicará el domingo.

Por su figura, conocido mundialmente, no conoce lo que es la privacidad. Sucedió en cada lugar que fue con el Barcelona o la selección Argentina, donde la presencia de Lionel Messi llenó de público cada espacio. La Pulga y un deseo poco común…

"Siempre soy un agradecido porque el cariño que recibo en todo el mundo es espectacular. Pero hay momentos, sobre todo cuando estoy con mis hijos, que me gustaría pasar desapercibido", admitió.

Por último, se refirió a los altibajos que tuvo con el Barcelona. Los culés arrancaron muy mal en la Liga y se acomodaron en las últimas fechas con algunos resultados. En Champions, clasificaron a Octavos, aunque perdieron el privilegio del primer lugar y ahora su rival será el PSG. El 16 de febrero será la Ida.

"Hoy por hoy estoy bien. Pero es verdad que lo pasé muy mal en el verano. Venía mal de antes. Lo que pasó antes del verano, por cómo terminó la temporada, el burofax y todo eso…Después lo arrastré un poco al comienzo de la temporada", manifestó Lio.

Fotografía: Instagram de @antonelaroccuzzo