Jueves 27 de noviembre de 2025

El Estadio Akron esperaba una noche rojiblanca, una oportunidad para que Chivas aprovechara su localía y encaminara la serie ante Cruz Azul. Sin embargo, los 90 minutos iniciales de estos Cuartos de Final dejaron un 0-0 que supo a poco para los locales y que, por el contrario, acercó a los celestes a Semis por su mejor posición en la tabla.

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El partido arrancó con un ritmo prometedor. Ambos equipos mostraron intensidad desde los primeros minutos, buscaron sorprender y hacerse sentir en la eliminatoria.

Chivas, impulsado por su gente y con la obligación de proponer, se adueñó de la posesión y encontró sus mejores momentos con las intervenciones de Armando González, Efraín Álvarez y Roberto Alvarado. El conjunto tapatío movió la pelota con intención, generó aproximaciones y mantuvo la sensación de que el gol podía caer en cualquier instante.

Pero la dinámica cambió pasados los 20 minutos. Cruz Azul ajustó, adelantó líneas y comenzó a presionar con mayor determinación, obligando a Chivas a retroceder. La Máquina empezó a tocar con más calma, recuperó balones en zonas peligrosas y equilibró el trámite.

El cierre del primer tiempo dejó buenas sensaciones para ambos lados: hubo llegadas, intención y momentos en los que cualquiera pudo abrir el marcador, aunque la contundencia brilló por su ausencia.

La segunda mitad tomó un camino completamente distinto. El ritmo se diluyó, las ideas se espaciaron y el partido cayó en un bache que afectó, sobre todo, a Chivas.

El equipo de Guadalajara, pese a la urgencia de conseguir una ventaja rumbo a la vuelta en el Estadio Olímpico Universitario, una de las plazas más complicadas del país, no se atrevió a arriesgar demasiado. Le faltó profundidad, agresividad y decisión en los metros finales, permitió que Cruz Azul manejara con relativa comodidad la inercia del juego.

La Máquina, consciente de esa pasividad rojiblanca, decidió ir por más en el tramo final. Nicolás Larcamón movió sus piezas y lanzó a la ofensiva a Gabriel “Toro” Fernández, Luka Romero y Mateusz Bogusz, tres futbolistas capaces de alterar el ritmo y generar peligro con pocos toques.

La apuesta surtió efecto: Cruz Azul terminó encima, con una presencia constante en campo rival y con la sensación latente de que el gol podía llegar en cualquier momento, aunque al final el marcador permaneció inmóvil.

Con este empate sin goles, la serie viaja a la capital con un matiz claro: Cruz Azul tiene un pie en las Semifinales. Un empate global le basta para avanzar, mientras que Chivas está obligado a ganar en un escenario complicado y ante un rival que, en los momentos clave, supo manejar mejor el ritmo del partido.

La Vuelta promete tensión, dramatismo y un duelo táctico donde Guadalajara deberá arriesgar si no quiere despedirse prematuramente del torneo.