JUEVES 25 ABRIL, 2024

El Final de todo

29 - abril - 2019

La Final de la Concacaf está en el aire más allá de esa ventaja que le arrancó Rayados a Tigres en el Universitario. Nadie puede sentirse mejor que el otro y sería un error encarar la definición en el BBVA apoyado, en gran medida, en aquel resultado.

Es obvio que la situación obliga a ser prudentes y aún más tratándose de un Clásico y de lo hay en juego. Rayados tiene a su favor el 1-0, pero esto no le garantiza absolutamente nada. Aferrarse a ese hándicap puede resultar contraproducente. Puede hacerlo, pero no es lo más aconsejable.

Tigres ha ganado Liguillas jugando al límite de su conveniencia, pero aquí suelen entrar en juego otras cuestiones relacionadas a los componentes aleatorios, a la fortuna o a la incapacidad del adversario.

Pero lo cierto que esta Final decisiva sigue siendo más difícil para Rayados. Aún y con viento a favor, Rayados cargará con la obligación de ganarla en un estadio que, paradójicamente, le aumenta la presión arterial por malas experiencias vividas y una de ellas frente a Tigres.

Bajo este contexto y amén de lo bien que jugó el PT en el Universitario, Rayados debería asumir un papel protagónico. No tiene otra opción porque es demasiada la exigencia frente a un rival que llegará al BBVA sin demasiados traumas, conocedor de que la emboscada puede ser efectiva si algunos de sus ataques también lo son.

A Tigres, la derrota en la Ida ni cosquillas le hizo por esa coraza que posee para absorber este tipo de situaciones. Llega al segundo juego intacto, convencido que sólo un buen partido lo puede poner de cara al título.

Puede tener ese partido, pero también dependerá mucho de sus estímulos individuales y colectivos, y seguramente del adversario. Tigres es impredecible y eso lo vuelve peligroso.

Con un gol le alcanza para transformarse en el Hulk de la serie. Si anota, puede llegar lejos, dicen. Puede ser, porque a eso irá Tigres al BBVA: a trabajar el daño, a cambiar humores y a poner la Final en un escenario crítico para Rayados.

Nadie puede saber el rumbo que tomará el juego que falta. Puede pasar cualquier cosa. La presión seguirá siendo factor y el poder mental será el mejor conducto para canalizar el objetivo.

Se viene una Final icónica donde tan solo un gol será capaz de modificar todo. Incluso, la historia.

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