La burbuja del futbol mexicano

Lunes 17 de junio de 2019

Cada vez son menos los golpes mediáticos en el mercado de verano. Descontinuado el draft como ridículo aparador de futbolistas, los clubes tienen más tiempo para pensar en un refuerzo, sobre todo extranjero que, irónicamente, suele costar más barato que uno nacional.

Venir a jugar al torneo mexicano se ha naturalizado para muchos futbolistas sudamericanos, como también se ha naturalizado aquí que venga cualquiera de aquella parte del continente. Ya no llaman tanto la atención como hasta hace algunos años.

Lo que antes suponía explorar un futbol desconocido para muchos jugadores, hoy México es un imán por lo que paga, quizás más, igual o cualquier cosa menor que lo que podrían percibir en equipos de segunda línea de Europa.

También hay una realidad determinante: los clubes europeos ya calibran mejor sus compras en Sudamérica. Es muy raro que se interesen en estos tiempos por jugadores mayores a los 24 años y, por lo mismo, quedan en el aire cientos de futbolistas cuya máxima aspiración para trascender es llegar a México.

Y el futbol mexicano se ha convertido en un destino de élite para muchos jugadores argentinos, por ejemplo, a los que no les alcanza el nivel ni la edad para competencias de mayor estatura.

Aparte, jugar en México les ofrece muchos beneficios a los futbolistas sudamericanos: dinero, comodidad, seguridad, presión cero y pueden ser ídolos muy rápido, independientemente si ganan un campeonato o pierden por paliza, algo irreal de Colombia hacia abajo.

También la industria de marketing y la desmedida inflación que reflejan los millonarios contratos contribuyen a que los jugadores se sientan únicos e importantes, y lamentablemente, muchos se pierden en esa nube. La mayoría son "dioses" fabricados en las redes sociales, pero disfrutan de ese (inútil) veranito superficial para marcar una distancia social.

Ese mismo marketing y la buena paga también atenta contra la evolución del jugador nacional, que prefiere quedarse antes de buscar abrirse un futuro en el exterior.

Estos, al igual que los extranjeros, también se rinden antes los reflectores mediáticos y se suben un pedestal plagado de ficción.

En definitiva, en el futbol mexicano es muy fácil ganarse un reconocimiento. Cualquiera puede trascender. México es la puerta al futuro económico, no a Europa, lo que en alguna medida reduce el compromiso vocacional del jugador.

Además, la nobleza de los aficionados colabora para la causa, aunque deportivamente todo siga siendo un fenómeno rodeado de una tremenda y engañosa burbuja que se refresca cada seis meses.

Twitter: @Mario_Sanchez1