VIERNES 26 ABRIL, 2024

Rayados, rival incómodo

Lunes 25 de noviembre de 2019

Santos y Rayados fueron los dos equipos que mejor cerraron el torneo ordinario. Sumaron 11 de 15 puntos posibles en las últimas 5 fechas, lo que para efectos de Liguilla dicho registro se convierte en combustible puro.

La distancia entre el líder y el octavo lo marcó la regularidad. Mientras Santos construyó un camino más lineal, convencido y con poquísimos sobresaltos, Rayados siempre fue a los tumbos y al final de la recta encontró un contexto favorable con Mohamed que aprovechó.

Rayados ganó por méritos lo que tenía que ganar, pero además tuvo suerte, que también cuenta, para lograr su propósito. Mientras ha ido avanzando se han ido desplomando los otros.

Nadie esperaba que después del empate ante Veracruz, por ejemplo, podía colgarse de la Liguilla. Ni tampoco en Rayados contaban con esa sorprendente implosión de Xolos en esa noche donde se le alineó todo y terminó siendo una señal divina para el cabulero Mohamed.

El cómo ya no importa tanto. Rayados no venía jugando bien más allá de los resultados positivos. Contra Atlas demostró, no sólo su diferencia de nivel, sino que revivieron individualidades duramente cuestionadas hasta hace algunas semanas.

Funes Mori, por ejemplo, apareció con un doblete en tiempos donde aún se pone en duda su capacidad de goleador.

El Mellizo, quizás es un centrodelantero que nunca entró en ese contagio con la tribuna (como en su época Franco o Suazo) y, por lo mismo, sus goles son apenas números secos y fríos. Puede que los que hace Nico Sánchez tengan, de hecho, mayor valor mediático que los suyos.

Pero además de Funes Mori, Pizarro pasa por su mejor “hora feliz” desde que llegó a Rayados. Se le ve participativo, más simple, ingenioso y hace jugar. A estos se le suma Celso Ortiz, un volante que no se ve tanto, pero con tremendo desgaste y peso en el mapa del equipo.

Rayados, al vapor de los resultados, se prendió con las uñas de una Liguilla donde ahora los rivales lo miran de reojo. Dejó atrás el infierno y todo lo que venga ahora será más digerible, incluso, hasta la eliminación.

Con muy poco que perder, pero con muchísimo por ganar, se ha convertido en un adversario “difícil”, con todo y sus vaivenes.

Y Santos no esperaba tal escenario y menos el calibre del rival. De entrada tendrá una exigencia que lo obligará a demostrar aptitudes, no sólo futbolísticas, sino que deberá respaldarse en el poder mental para superar una instancia que se antoja complicada. Rayados le ha cambiado el chip y lo ha puesto nervioso.

A ambos lo separaron 10 puntos, es cierto, pero nada hace suponer que dicha ventaja sea determinante en una etapa donde se nivela todo y las razones hay que encontrarlas, muchas veces, en los estados de ánimo.

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