JUEVES 25 ABRIL, 2024

Una trampa moral

Lunes 24 de febrero de 2020

La campaña de Rayados es vergonzosa y no hay ningún justificativo que atenúe la debacle. En todo caso, es una difícil e histórica realidad futbolística y resultadista que, incluso, el club la mira de reojo sin saber cómo actuar frente a semejante tormenta.

En cualquier situación normal, nadie estaría en condiciones de aguantar tanto tiempo a un entrenador sin ofrecer resultados.

Sólo Rayados le permite a Mohamed conservar un puesto por cuestiones vinculadas a ese golpe de suerte de diciembre pasado donde todo se alineó en favor de un campeonato.

Pero vivir de la nostalgia nunca es bueno porque condiciona sobremanera el presente y acota la proyección a futuro.

Como el equipo va muy mal, Rayados debería atender la situación y pensar en opciones. Si no las encuentra Mohamed en la cancha, los directivos deberían anteponer la imagen del club por encima de lo romántico, tal y como ocurrió en su momento con Diego Alonso.

De hecho, a Alonso lo corrieron por mucho menos. Ni siquiera el título de la Concacaf frente a Tigres fue un contrapeso de valor al momento de analizar el momento.

Con Mohamed, parece, existen otras consideraciones y ese título de diciembre ha sido suficiente para que su crédito se agigante más allá de tener a Rayados en el fondo de las posiciones.

Quizás los directivos estén esperanzados con que Mohamed los va sacar del pozo en la Liga y va a hacer campeón a Rayados en la Copa MX. Pueden ser dos posibilidades o dos fracasos, pero mientras se aspira a ello, el equipo no sale del papelón.

Rayados no le debe nada a Mohamed, y Mohamed no es nadie para tener en un puño a toda una institución porque “le acaba de dar un título”.

El club no parece que le exija y la gente, tampoco. O no mucho. Al menos, no se escucha al presidente Duilio Davino hablar de crisis que, de ser así, le daría más certezas a sus discursos.

Igual, Gustavo Lema, auxiliar de Mohamed, quien dijo que se rehúsan a hablar de crisis porque ven que pueden. Algo así como patear el bulto hacia adelante.

Asumir que están mal es una manera de enfrentar el problema desde una realidad. Querer tapizar la debacle es alimentar una peligrosa fantasía que sólo conduce a la mentira.

El gran problema de Rayados es precisamente ese, el de ocultar el momento. Lo peor es que ni siquiera esa realidad que ven va acompañada de cambios significativos de jugadores para motorizar el repunte.

Mohamed está ciclado entre lo que alguna vez le dio este equipo y lo que piensa que le puede dar. Una trampa moral que le pega a lo futbolístico.

Twitter: @Mario_Sanchez1

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