JUEVES 25 ABRIL, 2024

Tigres: su propio rival

Lunes 09 de marzo de 2020

Con este Tigres actual nunca se sabe hasta dónde puede garantizar resultados. Si Gignac no la mete, probablemente el equipo esté más cerca de pasar desapercibido, consumiendo pila mental y gastando energías físicas sin productividad. O lo que es lo mismo, su juego se convierte en un auténtico bodrio.

Tigres viene de estampar un 0-0 en Puebla con un rendimiento altamente descartable y poco recomendable para la vista. Sin embargo, esto no supone ser una alarma para un equipo acostumbrado mucho más a los grises que a pintar partidos de colores vivos, trascendentes y efectivos.

A Ferretti le importa muy poco esa sensación amarga que genera el futbol de Tigres. Siempre dice que “está tranquilo” o que no “le preocupa nada” porque sabe, dice, que su equipo hace el esfuerzo para ganar y, a veces, rivales como el Puebla -que se defienden- no se lo permiten.

El aficionado que decide tragarse el análisis de Ferretti con el que quiere justificar la pobreza colectiva de un equipo que no pesa, es cómplice de una mentira. Tigres debería preocupar por sus profundas ondulaciones y por lo trivial de su estilo. Ningún técnico puede avalar semejante improductividad.

Aparte, no hace falta ser un experto en futbol para entender lo más básico de este juego, que es hacer goles para ganar. Tampoco es difícil comprender cuando un cuadro juega bien o mal. El mismo partido te lanza mensajes fastidiosos desde adentro.

Y si uno quiere ir más a lo fino o particular, la articulación de Tigres es tan cíclica y repetitiva que termina siendo una expresión cómoda para rivales que ya han aprendido a contrarrestarlo.

Manoseo incansable del balón sin profundidad, toquecito al pie, centrito al área y a esperar que pesque una Gignac. Esto es Tigres. Lo demás es muy conocido. Sin velocidad de traslado, el cuadro de Ferretti da muchas referencias al adversario para que lo marque mejor. Es decir, Tigres es su propio rival.

En Concacaf, Tigres tiene la ventaja de que no lo conocen mucho y puede que encuentre atajos para llegar al gol. No necesariamente eso significa que en este torneo juegue mejor. Tigres es muy impredecible.

En todo caso, en otra horma de partido, sus individualidades puedan ofrecer algo diferente. Nada más. Tigres no patea desde afuera del área, ni tampoco es agresivo cuando ataca, pero tiene a un Gignac que puede corregir situaciones complejas.

En los dos últimos partidos que ganó Tigres en la Liga (vs. Chivas y Pumas) Gignac fue factor (5 goles). Esto habla de la importancia del francés y de lo que depende el equipo de él. Lo demás es cuento viejo: hoy no hay otras opciones que le permitan a Tigres trascender sin sufrimiento. 


Twitter: @Mario_Sanchez1

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